Los presidentes Gabriel Boric, de Chile, y Bernardo Arévalo, de Guatemala, aprovecharon su espacio durante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para criticar al régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo que mantiene bajo represión a Nicaragua.
«Denunciar ante esta Asamblea y el mundo la persecución que hoy día vive todo quien piensa distinto del gobierno del régimen dictatorial del señor Ortega y Murillo en Nicaragua, en donde no solo se prohíbe su participación en elecciones, sino que se les persigue, se les priva de nacionalidad, se les allana sus casas y se les priva de derechos políticos», dijo Boric en su discurso.
Boric ha sido un fuerte critico del gobierno de Ortega y otros gobiernos dictatoriales de la región, lo que también ha generado insultos por parte del sandinista. Durante el desfile policial en saludo al 44° aniversario de la constitución de la Policía Nacional de Nicaragua Ortega llamó a Boric «un pequeño pinochetito».
También Ortega afirmó que la «Policía Chilena (carabineros) están formados por el asesinato masivo, formados para asesinar al pueblo muy lejos de la Policía nicaragüense». Boric calificó de un «insulto» los comentarios del dictador sandinista.
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«El dictador Ortega insultó a la institución de Carabineros de Chile. Quiero que sepan los carabineros que instruí inmediatamente a nuestro ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, que presentara una nota de protesta diplomática», dijo Boric.
Guatemala critica violaciones a la libertad en Nicaragua
Por su parte el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, durante su discurso en la Asamblea General de la ONU manifestó su profundo rechazo a la represión a la «libertad» y la «justicia» en Nicaragua.
«Rechazamos, en el hemisferio y en el mundo, todo intento por reprimir las aspiraciones de libertad y justicia que expresan los pueblos del mundo mediante procesos libres y democráticos, como está sucediendo en estos momentos en Venezuela y Nicaragua», dijo Arévalo.
Arévalo recodordó que Guatemala acogió a inicios de septiembre a 135 expresos políticos nicaragüenses liberados tras una mediación de Estados Unidos con el gobierno de Daniel Ortega.
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«Los principios de la democracia son fundamentales para preservar la libertad, la dignidad y la prosperidad incluyente y equitativa de la humanidad», dijo el mandatario guatemalteco durante su primera participación en dicha asamblea luego de asumir la presidencia en Guatemala.
Ortega enfrenta una denuncia de ocho países ante la ONU, entre ellos Brasil que recién se sumo a dicha protesta ante el órgano mundial denunciando las claras violaciones de Derechos Humanos cometidas por el régimen sandinista desde el 2018, que el país vivió las protestas de cientos de miles de ciudadanos en contra de dicho gobierno.
Un grupo de expertos de Naciones Unidas (GHREN) que ha seguido de cerca la crisis política de Nicaragua publicó a incios de mes un informe en el que acusan a Ortega y su esposa Rosario Murillo, de «coordinar» un aparato represivo dirigido desde el Estado para instaurar un sistema de terror con «graves violaciones y abusos a los derechos humanos».