El dictador nicaragüense Daniel Ortega volvió a exaltar lo que llamó «ayuda de Hugo Chávez», al referirse al envío a Nicaragua de petróleo y sus derivados desde Venezuela, que dejó de funcionar hace más de 8 años, pero que dejó una deuda multimillonaria al país que tarde o temprano los nicaragüenses tendrán que pagar.
Durante su discurso de este jueves, 12 de septiembre, en el acto de recibimiento de la «antorcha de la independencia», el dictador Ortega, luego de historiar a su manera sobre el proceso de independencia de Centroamérica, volvió con sus acostumbrados ataques a los países desarrollados a los que llama «imperios» para acusarlos de que no quieren la unidad de los países de la región.
En ese tema recordó al desaparecido dictador venezolano Hugo Chávez, a quien aplaudió porque, según el tirano nicaragüense, su homologo ya fallecido sí quería la unidad de los países latinoamericanos y por eso los ayudaba con acuerdos energéticos como el que estableció con Nicaragua, que mantiene al país con una jarana gigantesca.
Deuda privada que pagará el Estado
De acuerdo con datos oficiales del Banco Central de Nicaragua (BCN), Venezuela envió al régimen de Daniel Ortega más de US$3.654 millones entre 2007 y 2016, gracias a un «generoso» acuerdo alcanzado por los mandatarios venezolano y nicaragüense.
Los dictadores pusieron dicho acuerdo fuera de todo control al imponer que la deuda fuera manejada como «privada», para lo cual crearon un entramado de empresas entre públicas y privadas, que para el caso de Nicaragua fueron Albanisa-Petronic, que nunca fueron fiscalizadas.
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El acuerdo petrolero venezolano consistía en que el país suramericano suministraría aproximadamente 30 mil barriles de petróleo (o derivados) diario a Nicaragua, a precios preferenciales, y el pago se debía hacer de contado o con especies el primer 50% y el restante 50% a un plazo de 25 años a un interés del 2%.
Una deuda que tarde o temprano el Estado de Nicaragua tendrá que pagar, pero que fue contraída y administrada como privada por Alba de Nicaragua, (Albanisa), asociada con el ente estatal Petronic, que ha sido señalada de corrupción y ha sufrido sanciones de parte de Estados Unidos.
Analistas independientes calculan que a Nicaragua llegaron aproximadamente 5 mil millones de dólares en petróleo y derivados. A partir de esa bonanza manejada con absoluta discrecionalidad por Ortega, sus hijos resultaron siendo dueños de varios canales de televisión y emisoras de radio, así como agencias de publicidad y empresas de vigilancia.
Ortega trajo a colación la «ayuda venezolana» al afirmar que Chávez buscaba la unidad latinoamericana.
El tirano recordó que cuando regresó al poder en 2007, en Nicaragua había apagones, «no había energía y cuando se enteró (Chávez) que no teníamos energía, unas Plantas de Energía que ellos estaban trayendo, importando para Venezuela, él dijo: ¡Qué se vengan ya para Nicaragua! Y vinieron las Plantas de Energía para Nicaragua, y allí empezaron a desaparecer los apagones que eran de todos los días en los años anteriores», sin aclarar que la crisis económica que vivía el país había sido heredada por la primera dictadura sandinista que él mismo presidió y que fue él mismo quien boicoteó a los gobiernos democráticos, precisamente para que no pudieran proveer de servicios básicos a los nicaragüenses y así propiciar el descontento de la gente.
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«Él (Hugo Chávez) no venía aquí a quitarnos nada, nos ayudaba con el combustible, con las Plantas de Energía, con el petróleo. O sea, las relaciones que desarrollaba Venezuela con estos Pueblos, él miró a los Pueblos más pobres de la Región, y vio a Centroamérica, y vio el Caribe, y fue hacia esos Pueblos para integrarlos en la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestramérica», insistió Ortega, nuevamente sin mencionar la millonaria deuda petrolera con Venezuela.
Dictador aboga por unidad centroamericana mientras es rechazado en el SICA
Ortega aprovechó su discurso sobre la independencia de Centroamericana para abogar por la unidad regional en torno al Sistema de Integración Centroamericano (SICA), órgano en el que no ha logrado consenso para que le acepten sus propuestas a secretario ejecutivo, cargo que le toca a Nicaragua.
«Con el paso del tiempo, como que entrando en razón, logramos integrarnos los Estados Centroamericanos en un Sistema que conocemos como el SICA, el Sistema de Integración Centroamericana, que es, digamos, un paso importante que tendrá que ir caminando en la dirección, hasta que lleguemos a ser nuevamente una sola Nación Centroamericana, que seamos las Repúblicas Unidas de Centroamérica, y seremos más fuertes, más potentes, para luchar contra la Pobreza, contra la Miseria, por la Soberanía… ¡Seremos más Potentes!, señaló el tirano.
El régimen de Managua ha intentado por meses que se le acepten uno de los tres propuestos para secretario general del SICA, principalmente a su operador político en las relaciones internacionales, Valdrack Jaentschke, sin lograr el apoyo necesario, principalmente de Guatemala y Costa Rica.
Jaentschke fue nombrado recientemente como canciller de Nicaragua, por lo que el régimen de Managua va a echar mano de otro candidato de entre sus operadores políticos, pero es casi imposible que logre que se lo elijan y en el siguiente periodo la secretaría general le corresponde a Honduras, que ahora el régimen de Managua lo tiene como aliado.