El dictador Daniel Ortega, a través del acuerdo presidencial 162-2024, divulgado este miércoles en La Gaceta, reconoció a Raafat Mahmoud Ali Mustafa Badran como el nuevo embajador de Palestina en Nicaragua, seis días después de recibir las copias de estilo que le entregó el diplomático palestino al canciller Valdrack Jeantschke.
«Reconocer al excelentísimo señor Raafat Mahmoud Ali Mustafa Badran, en el cargo de embajador extraordinario y plenipotenciario del Estado de Palestina ante el Gobierno de Nicaragua», establece el primer artículo del acuerdo presidencial. Además, ordena —en el artículo 2— a «las autoridades civiles y militares guardar y hacer guardar las prerrogativas e inmunidades que a su jerarquía corresponden».
El 5 de septiembre pasado, Valdrack Jaentschke, actual ministro de Relaciones Exteriores, recibió las copias de estilo entregadas por Mustafa Badran, expresando el apoyo del régimen a la «causa Palestina».
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Rosario Murillo, vocera del Frente Sandinista y vicedictadora de Nicaragua, en su alocución de mediodía del 5 de septiembre pasado, también dio la bienvenida a Raafat Mahmoud Ali Mustafa Badran y a su familia. «Aquí estamos unidos siempre en victorias, en victorias de la paz, porque la paz se impondrá, la paz, la justicia vencerá y seguimos venciendo», dijo Murillo tras expresar su amplia «admiración» por el gobierno de Palestina.
Previo al nombramiento de Raafat Mustafa como embajador de Palestina en Nicaragua, el encargado de esa sede diplomática era Mohammed Shafei, «encargado de negocios del Estado de Palestina en Nicaragua».
Excónsul de Alejandría, Egipto
Raafat Mahmoud Ali Mustafa Badran, antes de ser nombrado como embajador extraordinario y plenipotenciario de Palestina en Nicaragua fungía como cónsul de Palestina en Alejandría.
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Palestina, a nivel internacional, es criticada fuertemente sobre todo por organizaciones defensoras de derechos humanos y gobiernos democráticos como Estados Unidos y miembros de la Unión Europea. Se le cuestiona su relación con grupos armados como Hamás y se le señala de lanzar ataques contra civiles israelíes, además de usar tácticas violentas contra ese estado al que no reconoce como judío.
Pese a todas esas críticas internacionales, el orteguismo ha sostenido su apoyo a Palestina e incluso ha condenado lo que a su juicio es un «genocidio de Israel contra Palestina».