El Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas), a través del foro «Aporte de los migrantes nicaragüenses a la economía de Costa Rica», visibilizó el trabajo de miles de personas de Nicaragua, que han llegado a territorio costarricense en busca de refugio o de mejores oportunidades económicas.
Erika Sánchez, pequeña empresaria nicaragüense, que abrió un negocio de comida en Costa Rica, en un video presentado por Cisas como parte de la introducción del foro, resaltó que los pinoleros «estamos aportando al país. No estamos arrimados a ninguna institución o Gobierno. Venimos honradamente a trabajar. No somos una carga para el país. Pagamos nuestros impuestos».
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La defensora de derechos humanos Ana Quirós, directora de Cisas y especialista en Salud Pública, durante el inicio del evento cuestionó los ataques xenófobos de los que son víctimas los nicaragüenses en Costa Rica. Quirós calificó de «lamentable» que las autoridades de Costa Rica hablen más del costo que como país les genera atender a miles de refugiados, invisibilizando el aporte que estos hacen laborando en áreas que no son de interés para los costarricenses, emprendiendo, abriendo negocios y pagando sus impuestos, aportando así a la economía de ese país.
Nicas trabajan más aunque ganen menos
Valeria Lentini, doctora en Economía, investigadora y parte del equipo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), participó del foro y presentó los resultados de un estudio elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), divulgado en diciembre de 2023, en el que se refiere que Costa Rica acoge entre su población a un 10% de migrantes, siendo el 82% de estos de origen nicaragüense.
Ese grupo poblacional de nicas en Costa Rica, refirió Lentini, tienen menor escolaridad, trabajan más en la informalidad y en actividades poco calificadas, están en mayor condición de pobreza y reciben salarios más bajos.
El 63% de las personas nicaragüenses en Costa Rica tiene menos de la secundaria completa; el 55% tiene mayor probabilidad de estar en el sector informal cuando están en el mercado laboral; y el 71% está empleado en agricultura, construcción, servicios de hospedaje y comercio, detalla el informe presentado por la especialista de ACNUR.
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Además, señaló que el 32% de estos nicas viven en condición de extrema pobreza y otro 9% en pobreza.
La especialista de ACNUR además recordó que «hay una gran brecha en los salarios que reciben los nicas, el 25% de estas por características personales y un 10% por las características del lugar de trabajo».
Parte del informe presentado también muestra que la población no nacida en Costa Rica que reside en se país supuso una contribución directamente con el 7% en el Producto Interno Bruto de ese país. «El empleo no nativo podría haber elevado directamente el crecimiento del PIB de Costa Rica de 2,2 a 2,4 por ciento durante 2017 al 2021», detalla el documento presentado en el foro.
El informe incluye recomendaciones políticas para el Gobierno de Costa Rica con el fin de que la población migrante se formalice en ese país, entre esas: agilizar la obtención de estatus de residente legal para migrantes o refugiados, simplificar los procesos, fomentar el registro y permanencia en la Caja de Seguridad Social, permitiendo la inscripción inicial solo en salud, reducir los periodos de adquisición de derechos e incorporar la portabilidad de las pensiones.
Mano de obra nica es fundamental en Costa Rica
Abelardo Morales, investigador y sociólogo costarricense, resaltó que estos datos del informe «reflejan la relación de interdependencia que existe entre Costa Rica y Nicaragua». El investigador apunta que «el mercado de trabajo en Costa Rica ha sido largamente dependiente del aporte de la mano de obra nicaragüense».
Recordó que en momentos claves de la historia costarricense la mano de obra nica ha sido fundamental, sobre todo, en el esfuerzo del país de entrar en el mercado mundial con productos como el café y plátano, por lo que resulta trascendental la participación de los pinoleros en esas actividades.
Sin la contribución de los nicaragüenses en diversos sectores del país, Costa Rica posiblemente tendría problemas, porque «no tiene manera de sustituir esa fuerza de trabajo», insistió el investigador.
Luis Oviedo, estadístico de la Universidad de Costa Rica, durante el foro, resaltó que diversos estudios han demostrado el aporte económico de las personas no nacidas en Costa Rica. El académico insiste en que «no se debería de discriminar porque están contribuyendo de manera equitativa en el país. No se vale hacer esa separación relacionada a cuánto se gasta en los no nacidos, sobre todo si no hay un dato que visibilice también su contribución al país porque se fomenta la xenofobia en Costa Rica», concluyó.