El régimen Ortega-Murillo soltó todo su arsenal de insultos, típicos de la vicedictadora Rosario Murillo en una nota dirigida a la Unión Europea (UE). En el escrito tilda al bloque de injerencista, atrevido, salvaje y hasta genocida, en respuesta a un llamado hecho por los países europeos para que la dictadura nicaragüense cese la represión y respete los espacios cívicos.
«El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, aclara a los señores de la Unión Europea, que Nicaragua es un país y una patria bendecida, libre, soberana, y por lo tanto, no es colonia, ni recibe ni acata órdenes de ningún país del mundo», dice la comunicación firmada por «la Presidencia»; sin embargo, contiene el vocabulario típico de Murillo, cargada de calificativos nada diplomáticos.
El motivo de la ácida respuesta de la dictadura nicaragüense es un llamado hecho esta semana por el bloque europeo para que cese la represión.
De acuerdo con una nota publicada por la agencia de noticias Europa Press, el alto representante para el servicio exterior de la UE, Josep Borrell, expresó la preocupación de los países del grupo sobre la situación de Nicaragua.
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Borrell criticó abiertamente las restricciones impuestas al espacio cívico en el país centroamericano tras el reciente cierre de 1,500 ONG ordenado por la dictadura. La UE demandó al régimen de Ortega el «cese inmediato de estas acciones represivas y respete el derecho a la disidencia».
Asimismo, el bloque europeo insistió en la necesidad urgente de «restaurar las libertades fundamentales en Nicaragua». Entre las medidas solicitadas se incluye la liberación de todos los presos políticos y la readmisión de las organizaciones de derechos humanos que han sido expulsadas del país.
También, la organización instó al régimen nicaragüense a iniciar un diálogo «auténtico e inclusivo» con todos los sectores de la sociedad para abordar las demandas legítimas de los ciudadanos y de la comunidad internacional.
Respuesta cargada de odio
Las sugerencias europeas no le cayeron nada bien a Ortega y Murillo que reaccionaron con la nota «de la Presidencia» en la que aseguran que «las decisiones de las autoridades nicaragüenses, se toman en base a la Constitución de la República, y a las leyes que como país asumen», algo alejado de la verdad pues los Ortega-Murillo son tildados como los principales violadores de la Carta Marga.
«Recordamos a los señores de la Unión Europea, que la historia sobre la que están basados sus países es de atrocidades y crímenes de lesa humanidad, cometidos en el afán voraz de someter a los pueblos, para arrebatar riquezas, patrimonios naturales, culturales y la inteligencia suprema de los continentes del mundo», dice el comunicado claramente dictado por Murillo.

El régimen acusa a Europa de enorgullecerse del «salvajismo, la barbarie, la inmoralidad con la que conquistaron países y pueblos a quienes arrebataron todo, a cambio de nada».
Asimismo, el régimen de Managua, acusado de cometer crímenes de lesa humanidad contra el pueblo de Nicaragua, tras reprimir a sangre y fuego las protestas sociales de 2018, que se saldó con al menos 355 asesinatos, acusó a la UE de genocida.
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«El genocidio que cometen cotidianamente en Gaza es apenas un pálido reflejo de las cruzadas y conquistas sanguinarias de los Imperios, los colonizadores y los neocolonialistas que todavía, atrevidamente, pretenden dictar normas al mundo que no solo les desconoce, sino que les condena», señala la dictadura.
«Basta de injerencia, de falsedades, falsificaciones y abusos en nombre de una supuesta y teatralizada democracia que bañó de sangre, miseria, sudor y lágrimas los territorios donde se asentaron para matar, exterminar y atracar», indica el texto.
Los dictadores de Nicaragua dicen que rechazan los señalamientos de los «señores europeos», y a su vez exigen «respeto a los modelos y formas de vida de pueblos valientes, libres, que rechazamos contundentemente la hipocresía en sus voces injerencistas».
Finalmente, la dictadura Ortega-Murillo reclama que se le cumplan las demandas que han hecho a Europa, sin mencionar a qué demandas se refiere, lo que sí explican es que tildan de «farsantes» a los integrantes del bloque europeo y los califica también de «desvergonzados, arrogantes» y de ser «lo peor y más sacrílega especie humana».