El reciente anuncio sobre una «limpieza» en el Río San Juan, que en realidad podría tratarse de un nuevo proyecto de dragado, ha elevado las tensiones entre Nicaragua y Costa Rica, además de generar preocupación entre ambientalistas que denuncian que las nuevas acciones sobre el afluente carecen de transparencia, ya que no se ha presentado un informe público sobre estos trabajos y tampoco estudios de impacto ambiental que avalen su seguridad.
El ambientalista Amaru Ruiz, presidente de Fundación del Río, en una entrevista con el programa En Contacto, una producción de Artículo 66, expresó su preocupación con relación a las decisiones tomadas por la dictadura Ortega-Murillo en años anteriores sobre el dragado en el Río San Juan, que le valió al país una demanda y derrota ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya más el pago de una millonaria indemnización a Costa Rica en 2018.
Ruiz denunció la política de ocultamiento que ahora tiene el orteguismo con lo que, a su juicio, sería un nuevo proyecto de dragado en el Río San Juan y no una limpieza como lo afirmó el régimen nicaragüense.
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El dictador Daniel Ortega, el pasado 30 de julio, reveló, al despotricar contra contra Costa Rica, lo que asegura es una «limpieza en el Río San Juan», señalando al Gobierno costarricense —que le pidió más información sobre esos trabajos—. En el acto, acusó al país vecino de «robarse Guanacaste» y de «querer robar el Río San Juan».
«Ahora que el general (Óscar) Mojica, (ministro de Transporte e Infraestructura), anunció que se va a hacer limpieza en el Río (San Juan). Ya vino una carta de ellos (Gobierno de Costa Rica) (argumentando) que tenían que ser tomados en cuenta», cuestionó Ortega durante su discurso, remarcando que al tratarse solo de una limpieza la obra no va a tener impacto sobre territorio costarricense.
El Gobierno de Costa Rica, en respuesta a las declaraciones de Ortega, a través de uan nota diplomática, reconoció el derecho de Nicaragua a realizar «mejoras» en el cauce del Río San Juan, resaltando que esto «siempre y cuando ello no dañe el territorio de Costa Rica o se afecten los derechos de Costa Rica».
La información sobre el nuevo dragado
Ruiz, que ha seguido de cerca los proyectos que se han desarrollado en Río San Juan e incluso estuvo en las discusiones del primer proyecto de dragado que ahí desarrolló el orteguismo, explicó que tras la muerte de Edén Pastora, encargado del primer proyecto, las acciones en el afluente fueron asumidas por Ricardo Emilio Díaz Palacios, quien falleció durante la pandemia del COVID-19 y en su lugar fue impuesta Olimpia Avellaneda Torrez Martínez, quien actualmente lidera la Comisión para el Desarrollo de Río San Juan, que sería la encargada de ejecutar el nuevo dragado en Río San Juan.
Según el activista, «en la resolución 17-2024 se establece que sí existe un proyecto de dragado de Río San Juan, que incluso tiene un número RUC, es decir, que sí existe un proyecto nuevo de dragado en la zona».
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Ruiz también reveló que Fundación del Río envió una comunicación a la Cancillería de Costa Rica para obtener más detalles sobre el proyecto, especificando que esta respondió «diciendo que efectivamente Nicaragua envió una nota en la que avisó que las acciones serían de limpieza, menores, que no implican ningún riesgo para el territorio costarricense, que se iban a mantener sobre el cauce de Río San Juan».
En ese contexto, el ambientalista se mostró escéptico ante la versión oficial del orteguismo y subrayó la falta de información pública sobre esta supuesta limpieza en el Río San Juan, que, remarcó, es un nuevo dragado.
«Aquí vienen varias dudas que aún no se despejan, primero, si hay un nuevo proyecto de dragado la ciudadanía no conoce de ese nuevo proyecto, cuáles van a ser las zonas, sobre cuántos kilómetros será esa línea de limpieza o dragado, cuáles son los estudios de impacto ambiental en la zona, de dónde salen esos recursos para financiar eso, quiénes van a ser los técnicos encargados de eso, qué maquinarias van a utilizar», cuestionó el presidente de Fundación del Río, organización cancelada y confiscada por el orteguismo.
Un dragado, ¿en invierno?
Asimismo, cuestionó el momento elegido para iniciar las operaciones de lo que sería este nuevo dragado en Río San Juan, asegurando que el momento ideal sería en verano y no la actual época de invierno. «La pregunta es porqué inician en invierno cuando hay un caudal importante y donde los transportistas conocen en la zona muy bien los canales de transporte. No se justifica en este momento una limpieza o un dragado, que por lo general se utiliza en verano donde los niveles del caudal disminuyen», indicó el especialista.
Ruiz también recordó los problemas logísticos y ambientales del anterior proyecto de dragado, que dirigió Edén Pastora, mencionando entre esto que los materiales extraídos —según el planteamiento inicial del proyecto— se estipulaba ubicarlos a 200 metros del caudal del río, pese a que serían arrastrados con facilidad por las lluvias que se registran en esa zona y, por ende, devueltos nuevamente al afluente.
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«El tema del dragado tiene que ver con el aumento de la sedimentación del río, entonces, vos podés hacer 30 mil dragados, pero si tenés esos niveles de deforestación en esa zona vas a mantener esos niveles de sedimentación que tiene Río San Juan sobre todo por la zona del desagüe del Mar Caribe».
Afirmó que el Río San Juan está ampliamente militarizado y el Ejército de Nicaragua también ha callado sobre este nuevo proyecto de dragado o las acciones que hacen en pro de la misma, resaltando su preocupación por la falta de transparencia del nuevo dragado, pues es responsabilidad del Gobierno informar sobre cualquier acción que realice, además de la probabilidad de que haya otro «propósito» por el que se está realizando.
«Si ese va a ser el manejo del nuevo proyecto de dragado, pues va a dejar mucho que desear y evidentemente va a ser una mampara para otros proyectos que están debajo de la mesa y que nosotros no logramos determinar, pero que evidentemente generan mucha preocupación», resaltó.