La emisora católica Radio María lamentó la cancelación arbitraria de su estatus legal que ordenó el Ministerio del Interior la mañana del nueve de julio.
Con la decisión de la institución que responde a los intereses de la dictadura sandinista, publicada en el diario oficial La Gaceta, el Estado elimina la personalidad jurídica de la radio y, por ende, la posibilidad de continuar con sus transmisiones religiosas en Nicaragua.
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«El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en Nicaragua, continúa su persecución contra la Iglesia católica y contra la libertad de prensa. Se ha infligido un nuevo golpe a la libertad religiosa, con la cancelación, ayer (martes), del estatus legal de Radio María, locutora católica que opera en el país desde hace más de 40 años», lamentó en su cuenta de Facebook la emisora.
Interior argumentó que la anulación de la inscripción de Radio María como asociación se debe a que «no reportaron estados financieros» entre 2019 y 2023 aunque detrás de esa decisión viene un seguimiento de ataques del Estado contra la Iglesia a la que desde 2018 tiene en la mira.
Decenas de sacerdotes estuvieron encarcelados y fueron forzados al exilio, incluido el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez. El religioso había sido condenado a 26 años y cuatro meses de prisión por supuesta traición a la patria. La denuncia de la institución religiosa contra la represión desmedida del régimen Ortega-Murillo contra la ciudadanía en el contexto de las protestas sociales de hace seis años desató una furia que conllevó a la cancelación de ONG católicas, de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), vigilancia en las misas, expulsión de congregaciones religiosos y prohibición de procesiones.
Radio María notificó que, por lógica, esa ilegalización derivaría en el cierre de la emisora y denunció que como medidas previas al cierre sufrieron la «interrupción de la programación para dar paso a los discursos diarios de Rosario Murillo, al mediodía».
Expulsan a periodista católica
Los directivos de la Radio María hicieron público que al mismo tiempo de ordenar la cancelación de sus permisos para operar, «el régimen, ayer mismo, arrestó e inmediatamente expulsó del país a la periodista Nohelia González».
González trabajó en el diario La Prensa y luego se trasladó para formar parte del equipo periodístico del Canal Católico de Nicaragua, ocupando el cargo de jefa de prensa y coordinando su labor con el obispo Rolando Álvarez, quien desde el 14 de enero fue desterrado.
Desde abril de 2024, se conoció sobre el bloqueo y congelamiento “sin justificación” de las cuentas bancarias de la emisora, lo que obligó a reducir sus horarios de transmisión, otra forma de presión para obligar al cierre a Radio María.
