Más de 170 personalidades, organizaciones nacionales e internacionales pidieron al papa Francisco que priorice la situación de Nicaragua y ayude a promover una «transición democrática» en el país centroamericano, gobernado por los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch, informó, a través de su cuenta oficial de X que este miércoles, 29 de mayo, se reunió brevemente con el sumo pontífice en Roma y le hizo entrega de una carta firmada por más de 170 personalidades y organizaciones internacionales y nicaragüenses, entre ellas, víctimas de la dictadura Ortega-Murillo, en la que piden al líder mundial de la Iglesia católica que contribuya a buscar una salida democrática a la crisis en Nicaragua.
«Hoy hablé brevemente con el papa Francisco y le entregué una carta sobre una iniciativa respaldada por víctimas nicaragüenses para promover una transición democrática (en Nicaragua)», indica Goebertus en su cuenta de la red social.
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Se trata de una carta que inicialmente fue hecha pública en julio del año pasado, en el marco de la celebración de la III Cubre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (UE-CELAC), solo que esta vez ha sido actualizada para agregar más firmas en apoyo a la solicitud hecha al sumo pontífice.
«Los abajo firmantes, víctimas del gobierno de Nicaragua, en conjunto con organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, nos dirigimos a Su Excelencia para solicitar que su gobierno priorice la situación en Nicaragua en el marco de la próxima Cumbre Unión Europea (UE) – Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) prevista para los días 17 y 18 de julio en Bruselas», dice la misiva.
Piden confirmación de «Amigos de Nicaragua»
Los firmantes de la petición, que se mantiene vigente desde la Cumbre de la UE-CELAC del año pasado, proponen que se conforme una grupo de amigos de Nicaragua para que sirva como garante de la salida democrática a la crisis nicaragüense.
«En particular, instamos a que se proponga, durante la Cumbre o en sus márgenes, la creación de un “Grupo de Amigos del Pueblo Nicaragüense” para garantizar una respuesta multilateral, coordinada y de alto nivel ante la grave crisis de derechos humanos y humanitaria que vive el país», señalan.
Asimismo, insisten en que el espacio que ofrece la relación entre la UE y la CELAC «sea una oportunidad para discutir desafíos apremiantes en materia de derechos humanos en países de Europa y América Latina y el Caribe, como el retroceso democrático, la violencia e inseguridad y los abusos contra migrantes y solicitantes de asilo».
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Recuerdan que, en los últimos años, pocos países de la región han registrado un deterioro en la situación de los derechos humanos tan grave como el observado en Nicaragua «incluyendo ataques sistemáticos a los medios de comunicación independientes, el desmantelamiento de la sociedad civil y la consolidación de un régimen autoritario».
De igual manera, en la carta le recuerdan al papa Francisco que el Grupo de Expertos en Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre Nicaragua (GEDHN), en un reciente informe que califican de «contundente», concluyó que existen «motivos razonables para creer que las autoridades nicaragüenses han cometido crímenes de lesa humanidad, incluyendo asesinatos, encarcelamientos, torturas, violencia sexual, deportaciones y persecución por motivos políticos».
En ese sentido mencionan a las más de 3.500 organizaciones no gubernamentales que, desde 2018, han sido canceladas en el país, así como la creciente persecución religiosa y los nicaragüenses que siguen encarcelados por razones políticas.