La demanda que ha antepuesto esta semana la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra Alemania, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), por supuesto apoyo al genocidio en Palestina, es una acción «revestida de hipocresía y doble moral» y, además de carecer de fundamentos, constituye un acto de servilismo hacia el dictador de Rusia, Vladimir Putin, sostiene la Fundación para la Libertad de Nicaragua.
En un comunicado de la Fundación Libertad, firmado por su presidente, Félix Maradiaga, divulgado este miércoles, la organización denuncia que la demanda que interpuso el régimen de Managua en contra el Estado alemán, no sólo es una «excentricidad» de la política exterior de la dictadura nicaragüense, sino también «una acción íntimamente vinculada a los planes de Putin».
Esta semana, el régimen Ortega-Murillo interpuso una denuncia contra Alemania ante la CIJ acusando al país europeo de facilitar el genocidio en la Franja de Gaza, por suministrar armas a Israel para la guerra que el Estado judío libra contra el grupo terrorista Hamás.
Según la dictadura de Managua, Alemania está violando la Convención de Genocidio de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de 1948. Por su parte, Alemania ha rechazado la acusación, y sostiene que, el apoyo que le ha brindado a Israel, se ha realizado en el marco del derecho internacional.
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La comisaria de Derecho Internacional del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania, Tania von Uslar-Gleichen, ha tachado la demanda iniciada por el régimen de Nicaragua como «inverosímil». Y recordó que su país «está comprometido con defender y proteger el derecho internacional y trabaja intensamente para conseguir más ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, así como una paz duradera mediante una solución de dos Estados».
«Fundación para la Libertad de Nicaragua, desea expresar su firme rechazo a esta acción que, además de carecer de fundamento, está revestida de hipocresía y doble moral», dice el comunicado.
La organización nicaragüense en el exilio recuerda que mantiene relaciones de amistad con Alemania desde hace 13 años y conoce «el compromiso de ese país con el derecho internacional y la paz mundial», y en ese sentido agrega que, mantiene su deseo que se alcance una solución pacífica y duradera en el conflicto entre Israel y Hamas, basada en la búsqueda del bienestar y protección de la población civil.
Asimismo, recalca que «la extraña demanda» del régimen Ortega-Murillo es «una farsa» debido a que, «en términos procedimentales, el Estado de Israel no está demandado».
Ortega no tiene moral para hablar de genocidio.
Fundación Libertad insiste, en su pronunciamiento, que «el dictador Ortega es el personaje menos calificado para incidir favorablemente en este lamentable conflicto», dado que está señalado como «un criminal de lesa humanidad que además exhibe constantemente un total desprecio al derecho internacional y a los derechos humanos».
«El dictador Ortega tiene un vergonzoso historial de desacatos a tratados y resoluciones internacionales. No solo se ha retirado de la Organización de Estados Americanos (OEA) y ha ignorado el mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), sino que también ha violado tratados fundamentales sobre apatridia, prohibición de la tortura, libertad religiosa, libertad de prensa y derechos humanos fundamentales», expresa el comunicado.
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Daniel Ortega y Rosario Murillo, junto a por lo menos 15 funcionarios más de su régimen y varias instituciones gubernamentales, fueron señalados recientemente por la ONU como responsables de crímenes de lesa humanidad.
Demanda es cortina de humo en favor de Putin
El documento, firmado por el exreo político y desterrado por la dictadura, Félix Maradiaga, advierte que la demanda de la dictadura nicaragüense contra Alemania, en realidad obedece al «servilismo de Ortega hacia Vladimir Putin» y los intereses geopolíticos de Rusia.
«La dictadura sandinista busca como crear una cortina de humo para desviar la atención de la invasión ilícita de Rusia a Ucrania, y redirigir los ataques diplomáticos y de la opinión pública a Alemania, que es un sólido aliado de Israel y de Ucrania», señala Maradiaga.