Durante las protestas cívicas del 2018, el opositor Jorge René Zepeda Carrión, de 33 años, fue asesinado por un agente policial que le disparó desde el edificio de la Policía de Masaya. «Hoy (6 de marzo de 2023) este crimen cumple 63 meses en impunidad. Exigimos verdad y justicia», declaró la asociación de víctimas Madres de Abril (AMA), como parte de su campaña permanente para alzar la voz en nombre de los asesinados durante la represión del gobierno.
Zepeda Carrión trabajaba como mecánico de bicicletas, de enderezado y pintura, artesano de sandalias y panadero. En el Museo de la Memoria, elaborado por AMA, Carolina Isabel Carrión García, madre de la víctima, describió a su hijo como «un muchacho sociable y servicial, que tenía en su rostro una sonrisa permanente».
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«Le gustaba mucho el fútbol y por las tardes se iba al malecón de Masaya a jugar con sus compañeros. Era muy querido y popular. Tenía varios apodos. Aquí le decían ‘Comandante Chabelo’, porque mi nombre es Isabel, pero sus compañeros de Monimbó lo llamaban ‘Piña’ y los del barrio San Juan, ‘Chamber’», relató Carrión García.
El hermano de Zepeda, Yasser Alexander Carrión, recuerda que, el 6 de junio de 2018, encontró al mecánico en una de las marchas autoconvocadas para protestar en contra de las reformas fallidas a la Seguridad Social, que pretendía aplicar un impuesto del 5 % a las pensiones y jubilaciones de los adultos mayores.
Ese mismo día, Zepeda Carrión fue herido por un proyectil de arma de fuego, durante un ataque perpetrado por policías y paramilitares del régimen contra manifestantes atrincherados en una barricada en el barrio Monimbó, en Masaya.
El joven estaba lanzando morteros, cuando fue impactado en la cabeza por un disparo, lanzado por un policía desde la torre del edificio de la Policía Nacional. Sus conocidos lo llevaron en una motocicleta a la Cruz Roja, donde recibió asistencia médica de primeros auxilios, pero al ser trasladado al hospital Humberto Alvarado, falleció.
Una semana antes de su muerte, Zepeda Carrión había sido herido por arma de fuego en el abdomen, durante una acción de paramilitares y efectivos de la Policía en contra de manifestantes.
En 2018, el ataque represivo de la Policía Nacional, que opera bajo las órdenes de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, resultó en la muerte de más de 350 manifestantes, que protestaban contra el gobierno sandinista. En la mayoría de los asesinatos, los responsables nunca fueron identificados, y, hasta el día de hoy, sus familiares continúan a la espera de que se haga justicia.