El dictador Daniel Ortega, en medio de su nueva estrategia de priorizar sus relaciones diplomáticas con países del continente africano, ordenó a su Cancillería firmar lo que llamaron «tres importantes acuerdos» con su nuevo socio diplomático, Angola, país al que los nicaragüenses ahora podrán viajar sin necesidad de visa, según los intercambios negociados con ese Estado.
La dictadura de Nicaragua ha emprendido una estrategia de «africanización» de sus relaciones políticas, con la que, según analistas, Ortega busca principalmente tener aliados políticos lejanos que, en principio, no le reclamen por las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, y luego, que le sirvan de respaldo con votos en foros internacionales como la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Fuera de eso, según los expertos, las nuevas relaciones con países africanos, no le benefician en nada a Nicaragua, sobre todo porque algunos de esos países están sumidos en la corrupción, la pobreza y la dependencia económica.
Los medios de comunicación al servicio de la propaganda oficialista, informaron que este primero de mayo, la Cancillería de Nicaragua, representada por el canciller Denis Moncada, y la secretaria para las Relaciones Internacionales de la Cancillería de Angola, Esmeralda Bravo Conde da Silva Mendonça, firmaron tres acuerdos, de «gran importancia» para el país.
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El primer convenio firmado establece «la exención mutua de visas para nacionales, titulares de pasaportes diplomáticos, de servicio y oficiales». Es decir, a partir de ahora, los nicaragüenses que deseen viajar a Angola, y los ciudadanos de aquel país que deseen entrar a Nicaragua, no necesitan visa para hacerlo. Algo similar hizo Ortega con Cuba, para facilitar el tránsito de migrantes hacia Estados Unidos.
El segundo acuerdo, supuestamente importante es un «memorándum de entendimiento sobre consultas políticas», entre los ministerios de relaciones exteriores de ambos países. El tercero es un «acuerdo general de colaboración económica, científica, técnica y cultural», sin especificar qué tipo de colaboración.
Para el politólogo y dirigente opositor Félix Maradiaga, la decisión del régimen sandinista de establecer un esquema de libre visado con Angola resulta «preocupante», pues podría tener «implicaciones políticas cuestionables, incluido el potencial uso de la migración como una arma política contra Estados Unidos».
¿Cómo es Angola, el nuevo socio diplomático de Ortega?
Es un país ubicado al suroeste del llamado Cuerno Africano, con una población superior a los 35 millones de habitantes y una pobreza «multidimensional» cercana al 40%.
Es el segundo país más rico en petróleo y gas natural, pero aquejado por un alto índice de corrupción, al punto que, Isabel dos Santos, la hija del anterior mandatario, Jose Eduardo dos Santos, que gobernó ese país por más de 30 años, es considerada una de las mujeres más ricas del continente.
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Alrededor del 54% de los angoleños sufre «pobreza multidimensional» y esa pobreza está mucho más generalizada entre los niños menores de 10 años, Según el Consejo Económico y Social de la ONU, que además especifica que, en el 2023 «la pobreza infantil multidimensional afectó al 74,4% de las niñas y niños» de ese país.
Menos de la mitad de los angolanos tiene acceso a la energía eléctrica y solo el 33% de la población tiene acceso a internet, según datos del Banco Mundial.
Angola tiene una historia marcada por la falta de democracia, Desde su independencia de Portugal, en 1975, sólo ha conocido tres gobernantes y todos pertenecientes a un solo partido, el Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA).
El pasado 30 de abril, la vocera gubernamental del régimen sandinista, Rosario Murillo, anunció que Angola estará abriendo una embajada en Managua en las próximas semanas. De igual manera, una numerosa comitiva angolana llegó en visita oficial a Nicaragua desde el 26 de abril y se ha reunido con el hijo de los dictadores y asesor para las relaciones internacionales y comerciales, Laureano Ortega, con la Asamblea Nacional y la Cancillería.