El régimen de Nicolás Maduro implementó una nueva medida represiva dirigida a los medios de comunicación al ordenar la exclusión de la plataforma informativa alemana Deutsche Welle (DW) en Español de la transmisión de la compañía de televisión venezolana por suscripción Simpletv. Esta acción sigue el patrón de censura previamente adoptado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, gran aliada del presidente de Venezuela, quienes tomaron acciones similares contra la cadena televisiva CNN en Español, en 2022.
DW fue sacado del aire el lunes, cuatro de marzo, después de que, días antes, publicara un extenso reportaje en su canal oficial de YouTube, que retrata la situación sociopolítica actual del país suramericano. En el video, el medio informativo calificó al Estado venezolano como «mafioso» y señaló a altos funcionarios del chavismo de estar involucrados «en narcotráfico, minería ilegal y extorsión».
Tales acusaciones no fueron del agrado del dictador venezolano, quien calificó al medio alemán como «nazi». «Tienen una ‘campañita’ dirigida por CNN y Associated Press (AP), diciendo que todos los crímenes en el mundo que se cometen hoy, los comenten venezolanos», declaró el político durante su programa semanal «Con Maduro+» en la televisión estatal.
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Maduro aseguró que los medios internacionales «buscan criminalizar a los migrantes venezolanos». Alertó a sus simpatizantes de que tuvieran «cuidado con esa campaña, que es para manchar a Venezuela y, al final, tratar de mancharme a mí».
De igual manera, el ministro de Comunicación e Información del régimen venezolano, Freddy Ñáñez, se unió a la campaña de desprestigio contra el medio informativo alemán. «¿Qué otra cosa hace DW Español además de encubrir el genocidio en Gaza? Mentir, difamar y propagar el odio contra Venezuela. Dan asco sus bulos, pero también da pena la pobreza de sus contenidos. Valga la denuncia», manifestó el funcionario en su perfil de X.
En abril de 2019, la directiva del servicio de radiodifusión de DW denunció que el régimen cortó su señal en Venezuela. Sin embargo, tras presionar al gobierno, la plataforma de noticias alemana consiguió que su señal fuese restablecida.
El odio hacia los medios
Tanto Maduro como los Ortega-Murillo comparten el odio y el «miedo» hacia los medios de comunicación que denuncian e informan a la población sobre la realidad del panorama político del país. En 2017, el dictador de Venezuela ordenó que CNN en Español saliera del aire en las cableoperadoras, por supuestas acusaciones de ser parte de una «conspiración».
Cinco años después, el régimen nicaragüense hizo la misma acción contra el servicio de noticias estadounidense, la noche del 21 de septiembre de 2022. «El gobierno de Nicaragua sacó del aire nuestra señal de televisión, negando a los nicaragüenses noticias e información de una cadena en la que ha confiado durante 25 años», fue la denuncia realizada por el periodista Fernando del Rincón.
Tres días después, durante sus discursos vespertinos transmitidos en los medios oficialistas, Murillo declaró que «habiendo constatado que el contenido transmitido por el canal CNN en Español a través de la red de televisión por suscripción transgrede, vulnera y lesiona las normas jurídicas del país, se ordenó retirar de inmediato ese canal de la grilla de canales autorizados».
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La portavoz del régimen orteguista explicó que la medida fue tomada por el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), después de considerar que «CNN en Español ha violentado la Constitución Política de Nicaragua».
En ese momento, Artículo 66 verificó que en la señal por cable de Tigo Nicaragua que se mantiene activa la programación de CNN Internacional (en Inglés), por lo que esta acción represiva fue dirigida solo contra la versión española.
DW y CNN en Español, los dos medios censurados por regímenes totalitarios de Latinoamérica, se comprometieron a seguir informando a las poblaciones afectadas de ambos países mediante sus canales de YouTube y sitios web.
Además del asedio a periodistas, el régimen orteguista cerró y atacó a más de 50 medios de comunicación nicaragüenses desde el estallido sociopolítico de 2018, según reportaron organizaciones defensoras de la libertad de prensa. Entre los medios clausurados figuran el canal de televisión de la Conferencia Episcopal y 100% Noticias, así como la confiscación de las instalaciones del diario La Prensa y Confidencial.