El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó la cancelación de la personalidad jurídica de 10 organizaciones no gubernamentales (ONG), una de ellas por disolución voluntaria. A las otras nueve les aplicaron la guillotina porque supuestamente «han incumplido con sus obligaciones de ley».
Esta nueva tanda de ONG canceladas se suma a las más de tres mil quinientas asociaciones y fundaciones que han sido víctimas de la dictadura nicaragüense. Esta acción del régimen es parte de su estrategia represiva para desarticular la libertad de asociación.
Entre las ONG canceladas de corte evangélico están: Asociación Instituto Nicaragüense de Estudios Humanísticos (INEH), Fundación Cristiana Renuévame Señor, Asociación Máter Purissima Nicaragüense Año 2000 (AMPNA 2000), Fundación Aguas Bravas Nicaragua (FUNDACIÓN ABN), Asociación Iglesias Solo Jesucristo Salva Hechos 4:12 (A.I.J.S), Asociación Iglesia El Nuevo Remanente.
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Las otras organizaciones son: Cámara Red Local del Pacto Global en Nicaragua, Asociación Cámara Forestal de Nicaragua (C.F.N.) y Asociación de Industriales Exportadores de Nicaragua (ANIEX).
A la Universidad de Administración, Comercio y Aduana María Guerrero (UNACAD) también le fue cancelada su personalidad jurídica por «disolución voluntaria de sus socios», según el Acuerdo Ministerial 12-2024 del resucitado Ministerio del Interior, publicado en La Gaceta No. 37 de este martes, 27 de febrero de 2024.
Según el Ministerio del Interior, el pasado tres de febrero, los miembros de la Asamblea General de la UNACAD acordaron por «decisión unánime» disolver la casa de estudios «debido a los bajos ingresos que percibe la Universidad, lo que les impide cumplir con el programa de inversiones para Plan de Mejora».
La UNACAD habría comunicado al Consejo Nacional de Universidades (CNU) esta decisión y posteriormente informaron al Ministerio del Interior para proceder a la cancelación de la personalidad jurídica. El documento oficial señala que el CNU se encargará de «reubicar» a los estudiantes en las «universidades que corresponda».
La dictadura de Nicaragua ha sepultado la autonomía universitaria al apoderarse de todas las universidades públicas y privadas del país. Ordenó el cierre y confiscación de las principales casas de educación superior para convertirlas en centros de adoctrinamiento político en favor de su proyecto dictatorial.