Melba Damaris Hernández cumplió 172 días como presa política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Hernández es socióloga y activista, está recluida en las celdas del Establecimiento Penitenciario Integral de Mujeres (EPIM), conocido como «La Esperanza», en Tipitapa.
En estos casi seis meses de detención no se ha presentado una acusación formal en contra de la activista. La Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), demandó en su cuenta de X que la mujer sea liberada de inmediato y sin condiciones.
Hernández fue detenida en agosto de 2023 en su casa, en Managua. Un día después se conoció que fue trasladada a la cárcel de mujeres donde se encuentra actualmente.
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La socióloga se unió activamente a las manifestaciones cívicas desde el estallido social de 2018 y fue parte de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB). También acostumbraba a sumarse a los piquetes en la cancelada Universidad Centroamericana (UCA).
A Melba Hernández se le podía ver en los plantones, marchas, piquetes y cada actividad organizada por la población que demandaba la salida de Ortega, democracia, libertad y justicia.
Al 31 de enero de 2024 el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas contabiliza 121 personas detenidas por razones políticas. La mayoría sometidas a malos tratos que ponen en riesgo su integridad física.
Este jueves, 22 de febrero, la Concertación Democrática Nicaragüense (CDN) Monteverde alertó a la comunidad internacional sobre la situación de los presos políticos. El grupo opositor advierte que los prisioneros están en «riesgo de asesinato o muerte repentina» mientras sigan en las cárceles de la dictadura.
En total son 121 nicaragüenses que guardan prisión en los distintos centros penitenciarios del país. La mayoría permanece en celdas de castigo, sin acceso a luz solar. Otros comparten celdas con reos comunes, que los someten a ataques sistemáticos que ponen en peligro su vida, denunció la agrupación política.