Persecución, destierro, cárcel y exilio son parte del ambiente que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha implantado en el país previo a las elecciones regionales de la Costa Caribe que fueron convocadas para el próximo domingo tres de marzo de 2024.
A eso se suma la anulación de la personalidad jurídica del partido indígena Yatama, la condena a su diputada indígena Nancy Enríquez y la desaparición forzada del parlamentario Brooklyn Rivera.
El panorama no es alentador en el Caribe, recientemente se han registrado nuevos brotes de violencia e invasión de colonos contra los pueblos originarios, todo avalado por instituciones estatales, según denuncias de organizaciones comunitarias.
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Pese a todo este ambiente de represión y persecución, una serie de partidos políticos están listos para participar de la «farsa electoral», como la han denominado diversos grupos opositores.

Pero Ortega no está solo, desde hace varias elecciones ha criado un grupo de partidos políticos que le hacen comparsa en temporada de votaciones para simular que le hacen competencia y poder vender a la comunidad internacional que su gobierno es legítimo y que hay sombras de democracia.
¿Cuáles son esos partidos que no logran ni el 4% de los votos válidos en cada elección? Aquí te los presentamos:
El Partido Liberal Constitucionalista (PLC) fue fundado en 1968, con el nombre de Movimiento Liberal Constitucionalista (MLC). En la década de los ochenta se le cambió el nombre de Movimiento por el de Partido, y en 1989 fue uno de los 14 partidos integrantes de la Unión Nacional Opositora (UNO).

En 1996, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) logró llevar a la Presidencia de la República a Arnoldo Alemán Lacayo, en el período 1997–2001 y a Enrique Bolaños en 2002-2007.
El PLC, bajo el mando de Alemán, firmó un pacto con Daniel Ortega para repartirse los poderes del Estado y es de esa forma que se instaló el bipartidismo en Nicaragua. El expresidente rojo fue acusado por corrupción y enfrentó una decenas de juicios en Panamá, Estados Unidos y Nicaragua, una sombra que jamás dejará de perseguir a dicho partido.
La Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) fue fundada en 1999. Fue el segundo partido con más votos en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2006 con Eduardo Montealegre a la cabeza. El Movimiento Vamos con Eduardo (MVE) le dio vida a la ALN y en 2008 el Consejo Supremo Electoral desarticuló el partido y lo convirtió en uno de sus aliados.

Este partido ha sido señalado de vender el tendido electoral al partido de gobierno. En la elección de 2021 ocupó la casilla 9 en la boleta y su candidato presidencial fue Marcelo Montiel, un colaboracionista aparecido que terminó defendiendo el fraude que perpetuó a Ortega en el gobierno.
Alianza por la República (APRE) es un partido político liberal fundado en 2004 por liberales disidentes del PLC y el Partido Conservador (PC), fue creado luego que el partido oficial del gobierno, el PLC, se declarara en oposición al gobierno de Enrique Bolaños en febrero de 2003. En sus inicios realizó alianzas electorales con varios partidos políticos.

El APRE es señalado de ser colaboracionista del régimen de Ortega. Investigaciones periodísticas han revelado que en sus listas de candidatos a concejales incluyeron a personas fallecidas y de otros partidos sin su autorización. Solo en temporada electoral se sabe de ellos.
El Partido Liberal Independiente (PLI) fue fundado en 1944 y se le otorgó la personalidad jurídica en 1983. En las elecciones de 1990, su líder Virgilio Godoy Reyes fue la fórmula presidencial de Violeta Barrios de Chamorro, en la Unión Nacional Opositora (UNO).

En las presidenciales de 2011 corrió como candidato el empresario radial Fabio Gadea y logró ubicarse como la segunda fuerza opositora con el 31% de los votos válidos.
En 2016, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) le quitó la representación legal del PLI a Eduardo Montealegre para entregársela a un político desconocido llamado Pedro Reyes, este mismo personaje pidió la cabeza de los diputados opositores que habían llegado a la Asamblea Nacional bajo esa casilla en 2011.
Control absoluto del FSLN
Las elecciones de la Costa Caribe de Nicaragua están «viciadas y al servicio del partido de Gobierno, quien controla en su totalidad al Consejo Supremo Electoral (CSE), la autoridad de los comicios del país», denunció recientemente la organización Transparencia Electoral.
De acuerdo con la agrupación, «el árbitro electoral ha manipulado, por medio de la falta de transparencia e imparcialidad, los comicios de Nicaragua desde 2008». «La neutralidad es una cualidad necesaria para tener procesos transparentes y poder construir una democracia, una característica que el CSE no tiene», declaró.
Además, el organismo denuncia un «deterioro alarmante» de la condición electoral de Nicaragua, que pasa por el «control absoluto de la dictadura a lo largo y ancho del sistema electoral, como también la disminución de la calidad del padrón electoral». «El partido de gobierno controla desde la cedulación hasta cada una de las Juntas Receptora de Votos (JRV)», detalló.
Otras de las causas del deterioro de las elecciones nicaragüenses fue la eliminación de las cartillas de capacitación que ayudaban a los miembros de las JRV y a los fiscales de los partidos políticos a evitar la duplicación de votos. La organización añadió que, actualmente, «las elecciones de la Costa Caribe se han visto manchadas por la participación de personas que no deberían de ser elegibles para los comicios».