Estados Unidos criticó este miércoles a Israel por demoler la casa de un activista palestino en Jerusalén oriental, y dijo que su aliado está dañando su propia reputación.
La condena estadounidense, inusualmente dura, se produce luego de que Fakhri Abu Diab, un activista contra las demoliciones, afirmara que funcionarios israelíes demolieron su casa de 38 años cerca de la Ciudad Vieja.
“Decenas de nosotros vivíamos ahí, mi esposa, mis tres hijos y cinco miembros de la familia extendida. Ahora estamos literalmente en la calle, pidiendo a vecinos y transeúntes que nos ayuden”, dijo Abu Diab a la AFP en Jerusalén.
“Nos convertimos en personas sin hogar”, añadió.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo que Estados Unidos condena la demolición y que le solicitará a Israel que no afecte ninguna otra vivienda.
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“Estos actos obstruyen los esfuerzos por avanzar hacia una paz y seguridad duraderas que beneficiaría no solo a los palestinos, sino también a los israelíes”, afirmó.
Estas acciones “dañan la reputación de Israel en el mundo, y hacen a la larga más difícil para nosotros conseguir todo lo que estamos tratando de lograr y que en definitiva es en el interés del pueblo de Israel”, añadió.
Indicó que parte de la edificación data de antes de 1967, cuando en la Guerra de los Seis Días Israel tomó Jerusalén oriental, lugar sagrado para judíos, cristianos y musulmanes.
Israel luego anexó Jerusalén oriental, una decisión que no apoyó a la mayor parte de la comunidad internacional.
“Les agradezco, pero debieron poner presión antes sobre los israelíes para prevenir la demolición de mi casa”, reaccionó Abu Diab a esas declaraciones.
“Fue un acto de venganza, parte de una campaña de los israelíes contra los palestinos de Jerusalén que solo ha crecido desde el 7 de octubre”, reclamó.
El 7 de octubre, militantes de Hamás incursionaron en Israel desde Gaza y mataron a unas 1.160 personas, la mayoría civiles, y tomaron como rehenes a unos 250, en el ataque más mortífero en el país.
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Se estima que quedan unos 130 rehenes en Gaza.
Israel ha respondido con un incesante ataque militar en la Franja de Gaza que dejó más de 28.500 muertes, la mayoría civiles y niños, según el ministerio de Salud en el territorio gobernado por Hamás.
Si bien Estados Unidos respalda el derecho de Israel a responder, ha alertado sobre las víctimas civiles en la Franja de Gaza y ha elevado críticas contra actos de violencia contra palestinos en Cisjordania.
Activistas acusan a Israel de convertir la demolición de casas en un castigo colectivo o para hacer cumplir fallos legales que favorecen a israelíes.