Nicaragua es de los pocos países hispanos que fueron seleccionados por Estados Unidos para aplicar al programa de migración segura, conocido como «parole humanitario». Esto ha traído al país centroamericano un nuevo «producto» de exportación: jóvenes profesionales que huyen de la represión estatal, la pobreza, la carestía de la vida y la falta de oportunidades.
Desde hace más de un año fue puesto en marcha el programa del cual se han beneficiado unos 60 mil nicaragüenses. De estos, 53 mil ya ingresaron a territorio estadounidense, reveló Luis Miranda, subsecretario adjunto principal de Comunicación del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., en una entrevista en Café con Voz.
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«Es importante que la gente encuentre información que es correcta. Hemos tenido mucho éxito en cuanto al parole y más de 60 mil nicaragüenses han obtenido aprobación para viajar y 53 mil han llegado. Es una cifra importante, porque es un camino legal», afirmó el funcionario de la administración de Joe Biden.
El principal beneficiado por este éxodo masivo de nicaragüenses al país norteamericano es el régimen de Ortega y Murillo. La pareja dictatorial ha visto un incremento sostenido del envío de remesas, un pilar fundamental para la economía doméstica y la nación en general.
Según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN), hasta noviembre de 2023, la economía nicaragüense recibió 4 mil 239.8 millones de dólares en remesas familiares, un 46.8 % más que en el mismo periodo del año anterior. El principal origen de esas remesas fue EE. UU. con 3 mil 504.5 millones de dólares.
750 mil nicaragüenses han huido
De 2018 a 2023 al menos 750 mil nicaragüenses, más del 12 % de la población total, ha salido del país, según el análisis sobre el éxodo masivo de nicaragüenses realizado por Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo, de Diálogo Interamericano, en el que analiza este fenómeno acrecentado por la oleada represiva de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo
Ortega ha obligado a casi un millón de nicaragüenses a huir del país para aprovecharse de las remesas, deshacerse de opositores políticos y de paso hacerle una guerra migratoria a Estados Unidos. Solo durante el recién finalizado año 2023, más del 2 % de la población total de Nicaragua, y el 4 % de la fuerza laboral, salió del país, dejando débil la capacidad productiva.
Un detalle que podría ser preocupante para la economía nacional, es que la migración mengua la fuerza laboral y va a ser más notable tomando en cuenta que ahora, la migración ya no será de personas solitarias sino que involucra a familias enteras.
La migración en sí representa un drama humano por la separación familiar que implica y los riesgos que corren en la travesía cuando lo hacen de manera irregular. Toda esta situación ha sido una oportunidad que la dictadura no podía desaprovechar y ha promovido o motivado; mediante destierros y exilios, la salida del país de tres cuartos de millón de nacionales, para luego recibir las remesas que envían, las que, por segundo año consecutivo, establecen un récord histórico.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía de Nicaragua cerró 2023 con un crecimiento de 4 %, gracias a las remesas llegadas desde el extranjero, que alcanzaron cifras récord. Ese crecimiento de la economía y la proyección para este año se deben básicamente al aumento sostenido de los envíos de dinero.
Las estimaciones del FMI afirman que las remesas familiares representan el 28 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua en 2023, lo que eleva el doble de las recibidas en el país durante el 2021.