El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el papa Francisco se reunieron este viernes, 19 de enero, en El Vaticano, y abordaron la situación de la libertad religiosa en Nicaragua, según reveló el mandatario a su salida del encuentro con el pontífice.
«Hablamos del tema nicaragüense, Colombia puede poner sus nuevos oficios en un tema de altercado que hubo muy profundo», afirmó Petro ante las preguntas de periodistas que esperaban sus reacciones tras conversar con el máximo representante de la Iglesia católica.
Noticia relacionada: Colombia rechaza declaraciones «desobligantes» de Ortega en contra de Petro
Managua y Bogotá sostendrán diversos encuentros para negociar y resolver el conflicto marítimo entre ambos naciones que fue juzgado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), de La Haya. Esa será la «oportunidad» que tendrán las autoridades colombianas para persuadir a sus homólogos nicaragüenses e incluir el tema de la persecución religiosa.
«Indudablemente a mí me gustaría que hubiera una normalización de la actividad religiosa dentro de Nicaragua. Es un tema que vamos a hablar», explicó el presidente colombiano.
Las relaciones entre la Iglesia católica y el régimen de Daniel Ortega han pasado diversos momentos de tensión desde 2018. La dictadura ha desterrado a 31 religiosos a Roma, entre ellos dos obispos: monseñor Rolando Álvarez y monseñor Isidoro Mora Ortega, de las Diócesis de Matagalpa y Siuna, respectivamente.
El último grupo de 19 religiosos fue enviado a Roma el pasado domingo, 14 de enero, tras una negociación entre El Vaticano y la dictadura nicaragüense. Uno de los sacerdotes, monseñor Pablo Villafranca, habría sufrido un infarto en su vuelo al destierro. Eso le impidió arribar junto a sus hermanos de fe y quedarse en Venezuela para después continuar su viaje.