El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el papa Francisco celebraron una reunión donde abordaron, según las propias declaraciones del gobernante, la situación de la libertad religiosa en Nicaragua. El mandatario del país suramericano se ofreció a mediar con el régimen de Daniel Ortega para que cese la persecución a los líderes y la institución católica.
Sin embargo, la propuesta de Petro despertó dudas en diferentes opositores, quienes calificaron su ofrecimiento como «loable, pero que no tendrá ningún efecto».
El politólogo y exreo político Félix Maradiaga expuso a través de una declaración enviada a Artículo 66 que una de las razones por las cuales la participación del mandatario colombiano podría ser en vano es debido al «total desprecio que Daniel Ortega ha mostrado a la comunidad internacional».
«No veo en (Daniel) Ortega ninguna apertura para dialogar de manera transparente y constructiva a través de mediadores del sistema interamericano. Ortega ya está enrumbado en un camino de radicalización hacia un sistema totalitario», manifestó Maradiaga, actualmente exiliado en Estados Unidos.
Sin embargo, el exreo de conciencia enfatizó en que la indisposición de la dictadura orteguista en atender los llamados de la comunidad internacional, «no significa que se deba cesar la búsqueda de espacios de mediación, especialmente cuando hay temas urgentes de derechos humanos, como el de los presos políticos y la libertad religiosa».
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El exprecandidato presidencial nicaragüense consideró que Petro «está lejos de ser un mediador potencial». «No solo tiene relaciones muy desgastadas con Ortega en el nivel personal, sino que entre el estado de Colombia y Nicaragua ha habido querellas por temas territoriales que tensan mucho esa relación binacional», afirmó.
De igual manera, Maradiaga opinó que «Petro expresa más un deseo que una propuesta seria» y, desde el punto de vista del activista político, el dirigente de Colombia «lamentablemente no tiene la influencia diplomática regional necesaria en el espacio global».
«Saludo que el tema de la persecución religiosa en Nicaragua ocupe la atención de jefes de estado, ya que este se debería movilizar con más atención internacional de forma urgente», sostuvo Maradiaga.
Petro busca la «normalización» de la libertad religiosa
Managua y Bogotá sostendrán diversos encuentros para negociar y resolver el conflicto marítimo entre ambos naciones que fue juzgado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), de La Haya. Esa será la «oportunidad» que tendrán las autoridades colombianas para persuadir a sus homólogos nicaragüenses e incluir el tema de la persecución religiosa.
«Hablamos del tema nicaragüense, Colombia puede poner sus nuevos oficios en un tema de altercado que hubo muy profundo», afirmó Petro ante las preguntas de periodistas que esperaban sus reacciones tras conversar con el máximo representante de la Iglesia católica.
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«Indudablemente a mí me gustaría que hubiera una normalización de la actividad religiosa dentro de Nicaragua. Es un tema que vamos a hablar», explicó el presidente colombiano.
La «ambiciosa» agenda global de Petro
Antes de que Gustavo Petro se pronunciara como un posible mediador entre Ortega y el Vaticano, el medio de comunicación colombiano «La Silla Vacía» publicó un hilo en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), donde expuso los resultados de los 26 últimos viajes internacionales de Petro, incluido el más reciente al Foro Económico de Davos, en Suiza.
En sus 26 viajes, Petro ha firmado 13 instrumentos de cooperación, como memorandos de entendimiento y cartas de intención, pero solamente en dos de ellos logró «eventuales compromisos de inversión en proyectos de energías renovables», notificó el medio informativo.
Del mismo modo, señalaron que los únicos inversionistas interesados son «un grupo de empresarios alemanes y altos funcionarios de Emiratos Árabes». Sin embargo, «en ninguno de los casos se detallan proyectos puntuales, ni sus tiempos o formas de financiación».
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De un fondo de desarrollo de los Emiratos, el gobierno logró recaudar 11 millones de dólares durante la COP28 (United Nations Climate Change Conference, o Conferencia de Cambio Climáticos de las Naciones Unidas, en Dubái), pero el dinero solo fue utilizado para proyectos de educación y paz. También comprometieron al estado arábico para la donación de un hospital de alta complejidad para La Guajira, Colombia.
Otro instrumento conseguido por el gobierno es de carácter jurídico y sus efectos pueden ser más «etéreos». En enero de 2023, los cancilleres Chile y Colombia firmaron una consulta a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre las obligaciones que tienen los Estados frente a la emergencia climática. «Petro tampoco ha logrado tracción para su propuesta climática estrella. Se trata del canje de deuda pública por acciones climáticas. Es decir, que un país como Colombia, por donde pasa el Amazonas, pueda reducir su deuda exterior por cuidar sus selvas y ríos», señaló La Silla Vacía.
En medio de estos «resultados discretos», el mayor logro del gobierno es la obtención de sedes para eventos multilaterales. Este año Colombia va a organizar la COP16 sobre biodiversidad. Es el primer país latinoamericano en organizar un evento de su tipo.
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«El gobierno de Petro también ha postulado a Colombia para ser sede de otros eventos, como: La V reunión de los Estados parte del Tratado de Cooperación Amazónica y un encuentro de ministros de seguridad para proteger el Amazonas», indicó La Silla Vacía.
Petro frente a la Paz Total
«La Silla Vacía» indicó que frente a la Paz Total, Petro y el canciller Álvaro Leyva buscaron apoyo internacional para las múltiples negociaciones entre el gobierno y los grupos armados. Lo han logrado de parte de organizaciones como la Presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (PPTCELAC) y la Unión Europea.
«La migración se ha vuelto uno de los principales temas de la agenda internacional de Petro. El presidente ha discutido sobre asuntos migratorios en 14 de los 26 viajes internacionales analizados por La Silla Vacía», sostuvo el medio.
Al contrario de lo anterior, los temas de seguridad como el narcotráfico y el crimen transnacional no fueron parte de la agenda internacional de Petro. De los 26 viajes internacionales de Petro analizados por La Silla Vacía, únicamente en 6 habló explícitamente de estos temas.
En 2024, Petro sostiene sus itinerarios intensos por el mundo. «El gobierno tiene el reto de nivelar la ambiciosa retórica con resultados concretos. Y está por verse si el menor énfasis en el narcotráfico y el crimen transnacional se traducen en costos para el país», advirtió La Silla Vacía.