La vicedictadora y primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, informó que la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro (UNCSM) tiene una matrícula de 5 mil estudiantes y contará con 129 profesores para su primer año como centro educativo bajo el control del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
La Universidad Casimiro Sotelo fue montada sobre el recinto de la Universidad Centroamericana (UCA), centro de educación superior jesuita que constituía uno de los pocos lugares de libertad de expresión. El vocero de la Plataforma de Unidad por la Democracia (PUDE) y de Avanza, Enrique Martínez, recalcó que «la (Universidad) Casimiro Sotelo tuvo múltiples problemas, los cuales impidieron su funcionamiento por casi medio año».
El opositor comentó a Artículo 66 que «muchos estudiantes de la universidad jesuita no regresaron a la universidad estatal», porque no confiaban en el sistema impuesto por el régimen, «lo que dejó un hueco en el estudiantado, agujero que la dictadura tuvo que llenar con filas de la Juventud Sandinista y grupos similares».
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Para Martínez, una de las principales razones por la que algunos estudiantes de la UCA evitaron ir a la Casimiro Sotelo fue porque «la educación sufrirá una drástica reducción en calidad» debido a que «será difícil de igualar a lo enseñado en la universidad jesuita». «Sobre todo, habrá un retroceso en materia de investigación científica, actualización técnica y curricular, como la que se vivió en la Universidad Nacional Politécnica (UNP, anteriormente conocida como UPOLI)», detalló.
La mayor preocupación que Martínez expresó sobre los docentes fue que «la mayoría de profesores que dieron cátedras en la Universidad Centroamericana, no regresarán a la UNCSM», por lo tanto, «los docentes tendrán relación con el frente, mientras que los profesionales de mayor calidad se ven forzados al exilio».
El vocero de PUDE consideró que «la dictadura intentará mantener el teatro de la Casimiro Sotelo, sin embargo, presentará una multitud de problemas en su funcionamiento, como los ya registrados con las prematrículas». Martínez comentó que «después de un tiempo, la dictadura adoptará una ‘cultura del sigilo’ a la UNCSM, para no darle visibilidad a sus problemas».
El opositor destacó que «la mayoría de estudiantes nicaragüenses saben que entrar a una universidad pública o ligada al FSLN no aportará a su crecimiento profesional», por lo que buscan otras alternativas, aunque la dictadura cada vez restrinja más las opciones.
El fin de una universidad histórica en Nicaragua
Durante el estallido de las protestas en 2018 en contra de la dictadura de Daniel Ortega, los estudiantes de la UCA fueron parte de los líderes universitarios y críticos del gobierno. Posterior a las protestas, la Universidad Centroamericana permaneció como uno de los pocos centros que mantuvo independencia del gobierno. Sin embargo, en agosto del 2023 la dictadura congeló las cuentas de la institución para posteriormente confiscar el recinto.
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Al pasar a manos de la dictadura de Ortega y Murillo, se creó la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro en las instalaciones de los jesuitas. Intentaron reanudar las clases este mismo año, sin embargo, todos esos intentos fallaron. Se espera que el nuevo ciclo escolar de esta universidad empiece el 15 de enero de 2024 bajo la rectoría del sandinista Alejandro Genet Cruz.
Este ocho de enero, el régimen alargó el tiempo del proceso de matrículas para inscribirse en la universidad gubernamental.