La acusación que la dictadura de Nicaragua ha imputado a la directora y propietaria la franquicia de Miss Nicaragua, Karen Celebertti, Martín Argüello y Bernardo Argüello Celebertti, esposo e hijo de la formadora de reinas de belleza, respectivamente; es una muestra de la peligrosa paranoia que ya alcanza niveles de “extrema locura” que ahora arremete contra la organización que contribuyó a que Nicaragua y Centroamérica cuenten con su primera Miss Universo en la historia, Sheynnis Palacios Cornejo; opinan analistas.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de la Policía sometida a sus servicios, emitió, este viernes, primero de diciembre, un extenso comunicado que, en el vocabulario típico de la vicedictadora Murillo, acusó a la empresaria Celebertti, a su esposo Martín Argüello y a su hijo Bernardo Argüello Celebertti, de 20 años, de los supuestos delitos de conspiración para atentar contra la seguridad del Estado y de ciberdelito.
Tal acusación, que Artículo 66 ha presentado como “de Replay” (increíble), está siendo fuertemente criticada y condenada a nivel nacional e internacional.
La periodista nicaragüense que reporta para la cadena Univisión Tifani Robert catálogo la acusación hecha por la dictadura como “el extremo de la locura”, de los dictadores que ven peligro en los concursos de belleza y ahora persigue a los organizadores de Miss Nicaragua.
“Han llegado al extremo de la locura. Después de haber ganado la corona de Miss Universo, el régimen de Nicaragua castiga a los directores del certamen de belleza y los acusa de crímenes inventados. Hasta el muchacho de 20 años, hijo de la directora (lo han) involucrado, ¡Vergüenza!”, critica la periodista.
Efectivamente, en el documento policial, que contiene el estilo de Murillo, con el característico uso de vocablos ofensivos y despectivos contra las personas, el régimen acusa a la familia Argüello-Celebertti de conspirar contra el Estado. La directora de Miss Nicaragua fue impedida de entrar a su país el pasado 23 de noviembre y obligada a exiliarse junto a su hija, Luciana Argüello, mientras que su esposo e hijo fueron secuestrados por la Policía orteguista y hasta ahora los mantiene en calidad de desaparecidos, pues no se conoce sobre su paradero y condición.
La dirigente opositora, exrea política y desterrada por la dictadura, Dora María Téllez, a través de su cuenta de X, opinó que, las infundadas acusaciones del régimen contra la empresaria Celebertti y su familia no son más que muestras de “impotencia y frustración “ de los Ortega y Murillo.
“Organizar un concurso de belleza y ser exitosa es ahora un delito de traición ‘anti patria’, según la acusación y condena que hace el régimen de los Ortega Murillo a Karen Celebertti, su esposo y su hijo. Toda la impotencia y frustración de la dictadura a la vista”, señala la excomandante guerrillera.
Por su parte, el también dirigente político opositor y exreo político Felix Maradiaga, en nombre de la Fundación Libertad, expresó su solidaridad con Celebertti, su familia y todos los colaboradores de Miss Nicaragua que contribuyeron a que Nicaragua cuente hoy con Sheynnis Palacios como Miss Universo 2023.
En un comunicado hecho llegar a los medios de comunicación, el opositor señala que, las recientes acusaciones de la dictadura sandinista contra Celebertti y su familia no solo carecen de fundamento, sino que representan “una grave tergiversación y politización de eventos culturales como el certamen de Miss Universo”.
Maradiaga alertó sobre el peligro que representa el hecho que la dictadura esté criminalizando actividades de expresión cultural como los eventos de belleza.
“Rechazamos categóricamente la idea de que eventos culturales como estos pudieran tener alguna connotación político”, expuso el opositor que tambien opina que, “el intento de la dictadura Ortega-Murillo de politizar estas celebraciones solo revela aún más su desconexión de las aspiraciones y sentimientos del pueblo nicaragüense