Aunque el cónsul honorario de Nicaragua en Rusia Viktor Pavlovich Trukhin mantuviera una relación cercana con Laureano Ortega y el resto de la familia dictatorial, no evitó que, después de ser acusado por malversación de fondos en su país de origen y «por violar la Constitución Política» de Nicaragua, perdiera su nacionalidad nicaragüense.
Diferentes expertos explicaron a Artículo 66 que la inesperada decisión de Ortega se debe a que el dictador salió «embarrado» a causa de las acusaciones de «fraude» imputadas a Trukhin. Previamente, el cónsul fue despedido de su puesto como director la planta farmacéutica del Instituto Latinoamericano de Biotecnología Mechnikov S.A., después huyó a su patria donde fue detenido por las autoridades rusas.
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Para la historiadora e investigadora Dora María Téllez, Ortega le quitó la nacionalidad a Turkhin «porque seguramente se lo pidieron los rusos» para que este no tuviera «ninguna escapatoria». «En toda la ‘fiesta’ de corrupción que hicieron con Mechnikov están directamente involucrados los funcionarios del régimen de los Ortega-Murrillo, que saben que desde hace años esa fábrica nunca se ha instalado».
Téllez aseguró que cuando una delegación rusa visitó las instalaciones del Instituto, lo que se hizo fue «contratar un montón de mesas, sillas y una parafernalia para simular que se está operando, pero esa fábrica nunca ha existido; de manera que siempre se supo que era una ‘mega estafa’, que servía para estar sacando dinero a Rusia y que había gente que se estaba lucrando con esa corrupción, y ese lucro involucraba directamente a Laureano Ortega».
La investigadora señaló que el hijo de los dictadores es el que ha estado a cargo de las relaciones con los rusos y el que siempre aparecía en todas las fotos relacionadas a Mechnikov. «En una de estas le quitan la nacionalidad también a Laureano Ortega por estar comprometido con esa corrupción», comentó Téllez en tono irónico.
«El régimen ahora quiere desaparecer después de la ‘pachanga’ (despilfrarro) de reales que hicieron con la plata rusa. Los rusos sí dieron dinero para una empresa que era una co-inversión y el dinero no aparece ni tampoco la fábrica», expuso la excarcelada política.
El «quita y pone» de nacionalidades como ropa
Por otro lado, el abogado Héctor Mairena subrayó que los Ortega-Murillo «dan y quitan nacionalidades como si se cambiaran cualquier prenda de vestir» y que esto es un reflejo de la arbitrariedad que se sufre en Nicaragua. «Así como nos la han quitado a 317 nicaragüenses, se la han otorgado a gente que son cómplices u operadores de ellos, como es el caso del señor Viktor Pavlovich, a quien ahora se la quitan por evidentes actos de corrupción».
«Este hombre tenía o tiene vínculos muy cercanos al régimen orteguista y lo más seguro es que esos actos de corrupción, los haya hecho coludido con miembros de la familia Ortega Murillo», indicó el periodista exiliado.
Mairena recalcó que el régimen orteguista una vez más se está «blanqueando» y planteó la interrogante de «qué tan grave sería el caso de corrupción de Trukhin, para que los Ortega Murillo recurrieran a esta medida».
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Ortega quiere quedar bien con Rusia
El abogado y activista político Juan Diego Barberena consideró que la desnacionalización al cónsul honorario estaba vinculada con el proceso penal que le siguen en Moscú por la malversación de fondos que hizo este funcionario. «Esto se puede interpretar como un interés (de Ortega) de estar bien con Rusia y como una reconvención del régimen de Vladimir Putin con la dictadura de Ortega, ellos al menos se desvinculan políticamente con este excónsul, para no afectar mayormente las relaciones geopolíticas y juegos estratégicos», expuso Barberena.
Añadió que la dictadura no daría más detalles del tema, ya que este «es un gesto claro que habla por sí solo sin necesidad de que haya alguna declaración pública».
«Mientras ellos (la dictadura) estén implicados pueden resultar salpicados y en tanto que esté involucrado una de las personas con mayor poder político de Nicaragua, detrás de su padre y su madre, como lo es Laureano Ortega. Yo creo que lo que acabamos de ver es el único gesto que veremos con la dictadura y que creo que tiene muchos mensajes que se mandan», finalizó el activista, miembro de la Unidad Azul y Blanco.
Mientras que el economista y dirigente opositor Juan Sebastián Chamorro puntualizó que el abandono de la dictadura a Turkhin es «una muestra de que él cometió actos de corrupción, de los cuales el mismo Putin se habrá dado cuenta y le mandó a decir a Ortega que le quitara la nacionalidad, porque se convirtió en un «enemigo de Putin». Recalcó que el cónsul honorario entró en contradicciones con su propio gobierno y Ortega «salió embarrado», lo que demuestra que «la dictadura no tiene los mínimos controles de a quién le está dando la nacionalidad».
La eliminación de la nacionalidad de Turkhin fue publicada en La Gaceta de este lunes, 13 de noviembre. El acuerdo fue certificado por la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, y según el diario oficial, ya estaba dictada desde el pasado jueves, nueve de noviembre.