El dictador Daniel Ortega no solamente es un «oportunista descarado» sino también un «traidor sin escrúpulos» capaz de traicionar a quien sea por sus ambiciones personales y mantener a su dictadura dinástica, valoraron dirigentes opositores consultados por Artículo 66.
El 13 de octubre, Ortega dijo que Taiwán «no es un Estado, es simplemente una provincia de China», palabras que generaron la condena de la isla asiática al punto de llamar al caudillo sandinista «dictador oportunista», mentiroso y descarado.
Félix Maradiaga, politólogo y excarcelado político, explica que Ortega había empezado a ofrecerse a China desde el 2007, tras su retorno al poder, pero quería obtener dividendos por desconocer a Taiwán. Para sorpresa del dictador, Beijing nunca le hizo una oferta económica como la ofrecida a Costa Rica, y al tirano nicaragüense no le quedó de otra que convertirse en un «aliado barato» de los chinos para salvar el aislamiento al que estaba siendo condenado por su deriva autoritaria..
Taiwán pagó caro y Ortega lo traicionó
El político opositor analiza que, por su parte, Taiwán no tuvo de otra que tratar de mantener la relación con la dictadura sandinista «a costa de prebendas muy caras, a costa de préstamos, a costa de donaciones, aún en pleno momento de la represión».
Sin embargo, esa relación entre una dictadura y un país democrático, dice Maradiaga, «era muy frágil, pues nunca fue un aliado natural para Ortega por las fuertes relaciones que Taiwán tiene con Estados Unidos».
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«Además, Taiwán es una democracia y los socios naturales de Ortega no son democracias, miremos sus amigos peligrosos, miremos sus socios naturales, Corea del Norte, Bielorrusia, Irán, Rusia, naturalmente, Taiwán no calzaba», agregó el politólogo.
Para Maradiaga, no solo es notable y despreciable el oportunismo del tirano sandinista sino también «su falta de lealtad con Taiwán, lo que demuestran que está dispuesto a pisotear a quien sea, a pasar por encima de quien sea, de cualquier supuesto aliado con tal de satisfacer sus intereses personales y la continuidad de su dictadura».
«Daniel Ortega ha demostrado ser un oportunista sin escrúpulos, dispuesto a traicionar a aquellos que le brindaron apoyo y aprovecharse de las circunstancias para sus intereses egoístas. El mensaje para Taiwán: cría cuervos y te sacarán los ojos», destacó el político.
Taiwán apoyó a Ortega en plena represión
Por su parte, el también dirigente opositor, exreo político y desterrado por la dictadura Juan Sebastián Chamorro aplaudió que Taiwán llame a Ortega por lo que es «un oportunista y un pedigüeño que, por conseguir recursos, hace lo que sea».
Pero por otro lado lamentó que el Gobierno de Taiwán no hubiera visto venir esta hipocresía de parte de Ortega cuando continuó con el apoyo a la dictadura entre 2018 y 2021. «En esos años, Taiwán continuó proporcionando recursos materiales a (Daniel) Ortega y eso lo lamentamos, porque la defensa de derechos humanos es independiente de cualquier reconocimiento nacional o cualquier otra causa», criticó Chamorro.
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El opositor le recordó a Taiwán que los derechos humanos es una causa universal y «lamentablemente Taiwán no se puso a la altura de defender los derechos humanos cuando debía de hacerlo», dijo.
No obstante, expresó su solidaridad con el pueblo de Taiwán «en una lucha difícil frente a una dictadura expansiva, represiva como es la del Partido Comunista».