La poeta nicaragüense Gioconda Belli, declarada apátrida por el régimen de Daniel Ortega, denunció la consumación del robo de su casa, en Managua, ayer lunes, 11 de septiembre, luego que agentes policiales procedieron a ocuparla.
«Es una casa que para siempre contendrá el recuerdo de mi energía creativa, la huella de mis libros y el paisaje que más amaba. Lo que era, queda en mí», expresó la escritora, a través de su cuenta de Twitter.
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Aludiendo a los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, que han arrebatado la nacionalidad a más de 300 nicaragüenses y robado sus bienes, la creadora de Sofía de los presagios señaló que «los tiranos creen que pueden doblegar a las personas despojándolas de lo que les pertenece».
«Pierdo mi casa, ocupada ayer por la Policía, pero ellos —Ortega y Murillo—, sumidos en la paranoia y la mentira, han perdido sus valores, su historia, convertidos en malsanos tiranos dignos de repudio», agregó Belli.
Artículo 66 intentó comunicarse con la poeta para conocer más detalles del robo de su casa y las acciones que se pueden tomar a nivel internacional, sin embargo no se pudo establecer contacto.
Ortega también roba casa del hijo de Belli y de otros tres opositores
Además del despojo de la casa de Gioconda Belli, la dictadura robó la vivienda de su hijo, también desnacionalizado, Camilo de Castro Belli, según denunció su esposa, la cineasta y socióloga Leonor Zúniga.
«Esta es mi casa como la dejé en el 2018. Hoy el régimen de Ortega y Murillo se la robó en castigo por ser defensores de DDHH y ayudar a la liberación de los presos políticos. Sin embargo tendré para siempre el gusto de decir que los liberamos», afirmó Zúniga en su cuenta de Twitter.
La dictadura de Nicaragua robó, de igual manera, la casa del excanciller Norman Caldera, de la defensora de derechos humanos Haydée Castillo, del exmiembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional Moisés Hassan y la del defensor de derechos humanos Gonzalo Carrión.
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El abogado, miembro del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, confirmó a Artículo 66 que personas del régimen ocuparon su vivienda desde el domingo, 10 de septiembre, cuando violaron las cerraduras y la invadieron.
El 15 de febrero de este año el dictador Ortega despojó de su nacionalidad a 94 nicaragüenses, a quienes les robó sus bienes. Antes, el nueve del mismo mes, desterró a 222 exreos políticos, a quienes ha señalado de ser «conspiradores contra la patria», sin embargo, pese a las acciones arbitrarias, siguen demandando justicia.