Egresados de la carrera de Medicina de la confiscada Universidad Cristiana Autónoma de Nicaragua (UCAN), ahora «Padre Gaspar García Laviana», están preocupados por los altos costos para obtener su título y el retraso en la entrega de los mismos.
Una madre de una estudiante egresada de la carrera de medicina, en la extinta UCAN, denunció, en condición de anonimato ante Artículo 66 que las autoridades de la inventada Universidad Padre Gaspar García Laviana mantienen en «un limbo» a todos los egresados porque no les entregan el título, lo único que hacen es «informarles» que tiene que hacer otros pagos.
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«Mi hija terminó su servicio social el año antepasado y mientras estaba en el trámite de la tesis confiscaron esa universidad, pero antes de eso la UCAN había dicho que los diplomas iban a costar 1,500 córdobas, sin embargo, el costo de la tesis lo aumentaron a 1,200 dólares, y cuando la confiscó el gobierno no bajaron nada, dejaron los mismos precios y más bien están cobrando otros aranceles», explicó la madre de familia.
Agregó que la semana pasada, los egresados de la carrera de medicina fueron llamados para pagar una carta de egresado, «pero el problema que enfrentan es que la universidad no da respuesta, mucho menos les entregan el código del Minsa (Ministerio de Salud) mucho menos los diplomas, dejando a los jóvenes profesionales en el limbo», reprochó la fuente.

Asimismo dijo, preocupada, que no se sabe qué pasará con los egresados de medicina de la extinta UCAN, ya que con ese retraso no pueden trabajar o hacer su especialidad.
Profesionales buscan oportunidad fuera de Nicaragua
Otra fuente consultada por este medio de comunicación indicó que, ante la falta de oportunidades de empleo en Nicaragua y la crisis política, han buscado alternativas de salir del país para intentar ejercer la carrera de Medicina.
«Mi hija y otras amigas quieren salir del país con sus diplomas para intentar ejercer su carrera, porque realmente en Nicaragua no hay vida ni trabajo para los jóvenes, pero las autoridades académicas no les dan respuesta acerca de sus títulos, así que no sé que va a pasar», expresó preocupado el informante.
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Por otra parte, Articulo 66 supo que con el robo de la UCAN, la dictadura aumentó el costo en los aranceles para la carrera de Medicina; antes costaba 160 dólares, este año aumentó a 180.
Además, se ha incrementado los precios en otras carreras, como la de Farmacia. Según una estudiante de Chontales, el año pasado la mensualidad costaba 30 dólares, pero este año aumentó a 32, sin incluir los 20 dólares que se cobra cada tres meses por inscripción de cada clase.

«Ahora que la universidad es semiprivada, pensábamos que los costos iban a bajar, pero es todo lo contrario, porque no hay ningún beneficio para nosotros, más bien nos están perjudicando», denunció la estudiante consultada.
Por su parte, un docente universitario subrayó que las universidades siempre deben estar dirigidas a suplir las demandas de conocimientos objetivos sin colores políticos y sin ser usureros con los estudiantes, sin embargo lamentó que al confiscar 27 casas de estudios superiores, la dictadura las ha convertido «en centros de adoctrinamiento y para colmo cobran tarifas elevadas en su mensualidad, por lo que no pueden llamarse “universidades del pueblo”».
Además, señaló que Nicaragua vive la peor crisis en materia educativa, «reflejo de eso es la asfixia y desaparición de las casas de estudios superiores que se enseñaba a pensar, y convertirlas en lugares donde impera el oportunismo, la delincuencia y el robo descarado».