Mediante una prueba de ADN se logró confirmar que el cuerpo encontrado hace siete años en el desierto entre la frontera de México y Estados Unidos pertenece al nicaragüense Raúl Antonio Falcón López, reportado como desaparecido desde agosto de 2016.
Texas Nicaraguan Community fue la entidad que dio a conocer este suceso inédito y detalló que la identificación del migrante se logró gracias al análisis realizado por el Proyecto de Identificación de Restos Humanos de la Universidad del Sur de Texas.
El cadaver del Raúl Falcón López había sido enterrado en una fosa común, y el 31 de agosto, la universidad notificó los resultados de la exhumación a la organización, con el propósito de brindar apoyo en los trámites de repatriación.
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Ana María López, madre del nicaragüense, relató que su hijo salió de Ocotal en búsqueda del «sueño americano» el 19 de junio de 2016, en compañía de cuatro amigos. El hombre constantemente se comunicaba con ella mientras avanzaba hacia su destino, pero en su paso por México vivió momentos terribles. Falcón López fue secuestrado junto a sus acompañantes de viaje por una banda de coyotes.
Al nicaragüense le robaron su celular y todas sus pertenencias, al igual que al resto de migrantes que tenían secuestrados. Para que los liberaran, los familiares tuvieron que pagar una fuerte suma de dinero a los secuestradores.
Luego de ser liberados, los cinco migrantes decidieron contratar a un nuevo «coyote» para que los cruzara, a través del desierto, hacia Estados Unidos; y durante el transcurso del viaje, Raúl Antonio Falcón comenzó a sentirse mal físicamente y se quedó rezagado del grupo. Al no poder proseguir su marcha, sus amigos y el coyote decidieron dejarlo solo en pleno desierto, agotado y sin fuerzas para continuar.
A los días de quedar varado en el desierto, una patrulla fronteriza de Texas encontró el cuerpo del nicaragüense en estado de descomposición y optaron por enterrarlo en una fosa común de un cementerio cercano a la frontera con México.
Al perder comunicación con su hijo, Ana María López se comunicó con el Centro Jesuita para Migrantes en México y reportó la desaparición del connacional. La madre del joven jamás dejó de buscar información sobre el paradero de su hijo, y ahora, gracias a una prueba de ADN se logró confirmar que el cuerpo encontrado en el desierto es de Raúl Falcón López.
En ese sentido, la madre del migrante está solicitando apoyo a la ciudadanía para repatriar las cenizas de su hijo y darle cristiana sepultura en su ciudad natal, Ocotal, Nueva Segovia. La familia necesita reunir a cantidad de 2,500 dólares. Si usted desea colaborar, puede hacer su donación en la cuenta de dólares 10021317815649, a nombre de Ana María López.