Cada semana, la Policía al servicio del régimen de Daniel Ortega anuncia la detención de hasta decenas de delincuentes por la comisión de múltiples delitos, sin embargo, al poco tiempo, vuelven a las calles para seguir en sus fechorías debido a liberaciones arbitrarias, otros salen bajo el beneficio de «Convivencia Familiar» y el famoso «Perdón presidencial» que el régimen, aplica desde 2014, se quejan varios ciudadanos de Masaya.
Wilfredo es un masaya que ha sido víctima de robos. Asegura que las acciones delictivas en este municipio se dispararon a partir de que varios bares en esta ciudad empezaron «a proliferar», los cuales funcionan bajo la autorización y regularización de la Policía del régimen, la misma institución encargada de velar por la seguridad de la población de esta ciudad.
«Que la delincuencia gobiernen en las calles de Masaya, es producto del crecimiento de los bares y las cantinas. Se perdió la paz y la seguridad, la Policía lo sabe y lo permite», señaló el poblador.
Noticia relacionada: Inseguridad y pobreza crece en las comunidades de Jinotega
La noche del sábado, 12 de agosto, un habitante del barrio indígena de Monimbó, uno de los sectores más resguardados por la Policía y asediados por agentes de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP), fue víctima de robo casi en la puerta de su casa, y aseguró que una semana antes, un amigo suyo, también fue asaltado por un sujeto que se movilizaba en una bicicleta, en horas de la tarde de un domingo.
“Estaba un muchacho sentado en el andén y pensé que esperaba a alguien, y en lo que saco mi teléfono para llamar a mi niña para que me abriera el portón, yo sentí que me lo arrebataron. Quise seguir al ladrón, pero él siguió corriendo en dirección al reparto Don Bosco», relató el poblador monimboseño.
Robo termina en muerte
La madrugada del 17 de agosto, Masaya reportó la muerte del joven Jerry Altamirano Jirón, de 24 años, quien habría sido víctima de asalto al salir de un bar y luego de intentar dar persecución al malhechor. Se conoció que la víctima resbaló accidentalmente y cayó a un cauce de aguas putrefactas, cerca de la rotonda de San Jerónimo de esta ciudad.
La ciudad de Masaya está asediada por la delincuencia y por la policía orteguista, la paz de la ciudadanía es interrumpida día y noche.
El cuerpo del joven logró ser rescatado por agentes bomberiles, mientras la Policía continuaba con las investigaciones del caso. Hasta ahora, se desconoce si el joven, falleció producto de la caída o por ahogamiento.
«Hay muchos asaltos en Masaya. El llamado a las autoridades es que pongan más atención a la situación porque siempre hacen caso omiso, y yo creo que ya es justo que dejen lo político, ya que no pueden oír una festividad religiosa porque ahí corren los antimotines, o bien, no pueden oír que hay fiesta porque ya está la patrulla, pero en un asalto, no hacen nada», demandó el habitante de Monimbó.
Régimen celebra liberación de delincuentes
Por su lado, Wilfredo criticó que cada año el régimen sandinista anuncia con «bombos y platillos» la liberación de miles de reos comunes de las cárceles del país, como si se tratara de un premio para la sociedad. Entre 2014 y 2022, la dictadura indultó a más de 40 mil delincuentes, muchos de ellos capturados en la ciudad de Masaya.
«Hay muchos delincuentes que caen presos y a los días reciben indultos, y existen muchos expendios de droga y a la Policía no le gusta contrarrestarlos, esto se deriva en asesinatos y más robos. La Policía, a pesar de tener un amplio aparato investigativo, no tiene interés en regular eso», se lamentó Wilfredo. «Desgraciadamente así estamos en Masaya, a merced de la delincuencia. Y otro factor que incide es que hay muchos lugares que no tienen luminarias públicas», denunció el ciudadano.
En la última semana, el subcomisionado de Masaya, Orlando Castro, reportó la detención de 17 delincuentes por delitos de femicidio, robos con intimidación, y robos con violencia y fuerza. Los detenidos fueron puestos a la orden de la autoridad competente para su debido proceso judicial, pero los masayas creen que pronto volverán a delinquir.
Por: Voces Unidas.