En la homilía de este domingo, 13 de agosto, desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos; el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez, destacó que, a lo largo de la historia, la Iglesia católica ha resistido a las amenazas, ataques y persecuciones impuestas por gobernantes «autoritarios y represivos».
«El evangelio de hoy relata que un día, después de despedir a la gente, Jesús “hizo que los discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla” del lago de Galilea (Mt 14,22). Al llegar la noche, la barca en la que se encontraban comenzó a ser violentamente sacudida por grandes olas a causa del fuerte viento que soplaba en sentido contrario. (…) aquella barca en la que navegan los discípulos es sobre todo imagen de la Iglesia que navega en la historia como una pequeña y frágil embarcación, padeciendo ataques, calumnias y persecuciones», subrayó el líder religioso.
En alusión a los más de 600 ataques que ha perpetrado el régimen orteguista contra la Iglesia nicaragüense, el jerarca católico afirmó que «la Iglesia navega entre las aguas agitadas de poderes autoritarios y represivos que la persiguen y agreden porque no toleran la verdad de Dios que ella anuncia».
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«La Iglesia también navega resistiendo a vientos contrarios que la amenazan e intimidan para hacer callar su voz e impedir su misión evangelizadora», agregó.

El obispo además señaló que «hay etapas históricas en que el futuro de los pueblos es incierto, hay cansancio social, intentos fallidos y decepciones. Son los dolores de parto de una nueva sociedad. En esos momentos no hay que caer en el desánimo, hay que conservar la rebeldía espiritual para no acostumbrarse a la normalidad forzada que quiere imponer el opresor».
«Tampoco hay que perder la capacidad de soñar con una sociedad justa y libre. Hay que lanzarse al mar de la historia y caminar como Pedro, con confianza, humildad y esperanza. Y aunque en la lucha haya errores o retrocesos, no hay que detenerse, hay que atreverse a caminar sobre el mar», resaltó.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo sigue sosteniendo una guerra abierta contra la Iglesia católica en el país, al punto de haber incrementado sus ataques contra la institución religiosa en más del 460 % en el primer trimestre de este año, detalla el análisis denominado «Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?».

El informe escrito por la abogada Martha Patricia Molina, pone en evidencia que el régimen de Ortega y Murillo no ha dado tregua en sus ataques cada vez más violentos contra la Iglesia católica durante los últimos cinco años, sino que los ha arreciado.
Los resultados del estudio destacan que, en el 2023, además de las agresiones directas contra la institución religiosa, también el régimen atacó la fe del pueblo nicaragüense al prohibir todas las procesiones de Semana Santa. Los dictadores prohibieron en Semana Santa de este año 3,176 procesiones. También han prohibido todo tipo de procesiones alusivas a celebraciones de fiestas patronales.
En medio de la guerra contra la Iglesia, la dictadura ha obligado a exiliarse y expulsado a más de 80 religiosos. Asimismo, ha dejado como saldo 13 medios de comunicación católicos clausurados y 10 ONG de la Iglesia cerradas.