El sacerdote Tomás Sergio Zamora Calderón, de la parroquia Nuestro Señor de los Milagros, de la Diócesis de León, retornaría este viernes, 11 de agosto, a Nicaragua después de su participación en la Jornada Mundial de la Juventud, que se llevó a cabo en Lisboa, Portugal. Sin embargo el gobierno le negó su derecho a ingresar al país.
La misma situación enfrenta el sacerdote William Mora, de la parroquia Cristo Rey, de la comunidad de Ubu Norte, en Paiwas, de la Diócesis de Siuna. La noticia la dio a conocer, a través de sus redes sociales, la abogada Martha Patricia Molina. «La dictadura Sandinista prohibió su ingreso al territorio nacional. Él era responsable de la pastoral», escribió Molina.
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Los miembros de ambas congregaciones se encuentran en incertidumbre. «El padre Mora tenía una vida pastoral activa en su comunidad que ahora se preguntan qué será de ellos sin su pastor», relató Molina. Con ellos la dictadura de Ortega condena al exilio a más de 80 religiosos a los que ha sacado del país.
La dictadura que impide la entrada al país a periodistas, religiosos y opositores, también mantiene en la cárcel a tres sacerdotes y a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, a quien condenó a 26 años de prisión, bajo la acusación de supuesta traición a la patria.
Nicaragua en la Jornada Mundial de la Juventud
Durante la Jornada Mundial de la Juventud, medios internacionales cuestionaron al Papa, que participó en la actividad, sobre la situación de monseñor Rolando Álvarez. El pontífice señaló que «están tratando de negociar».
Está no fue la única ocasión en la que se hizo eco del encarcelamiento del obispo de la Diócesis de Matagalpa. Monseñor Eugenio Salazar Mora, obispo de la diócesis de Tilarán-Liberia, en Costa Rica, pidió por monseñor Álvarez. Salazar colocó una foto de Álvarez, acompañada de una bandera de Nicaragua, para pedir a la virgen de Fátima para que defienda a los nicaragüenses.
A la actividad en Lisboa también viajaron 12 jóvenes de la iglesia San Sebastián de Masaya, aún de desconoce si el gobierno les dejará retornar al país o si correrán la misma suerte que los dos sacerdotes que han sido bloqueados hasta la fecha.