Este próximo 14 de agosto, la iglesia Católica celebra la «Penitencia en Advocación de la Conchita» o más conocida en el país como « La Gritería Chiquita» la que según la fe católica, surgió en agradecimiento a que la madre de Jesús intercedió para calmar la furia del volcán Cerro Negro, cuya erupción ocurrida en 1947 amenazaba al municipio de León.
En años anteriores la comuna ha politizado la celebración y este año, la alcaldesa Guissela Lacayo se dispone a organizar su repartición «de gorra», que son dulces y alimentos a los rezadores, ha anunciado una exposición de pintura y quema de pólvora en medio de una crisis de persecución y amenaza a la iglesia Católica en todo el país y de la que templos de León, no escapan.
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En medios oficialistas, las autoridades de la comuna han mostrado el protagonismo partidario y han acompañado las actividades de fe con la bandera rojinegra del Frente Sandinista. Ya reparten gorras y camisetas con serigrafías en las que combinan lo partidario con los religioso .
A los trabajadores del Estado del municipio les han anunciado que ellos tendrán su propia celebración separada de la religiosa que organiza el clero. «¿Qué penitencia puede pagar este gobierno cuando ni siquiera muestran arrepentimiento contra los crímenes que han cometido contra la iglesia católica o la persecución del mismo pueblo nicaragüense?», se pregunta don Carlos, un comunitario de Sutiaba.
«¿Qué celebran ellos?», se preguntan
Don Carlos, como muchos leoneses, no entiende qué fe profesa el régimen. «Nos queda claro que católicos no son», afirma. Criticó que el orteguismo celebre a los santos de la iglesia Católica en momentos en que persigue a los sacerdotes que enseñan a venerarlos, han expulsado a siervos de la fe y mantienen injustamente preso a un Obispo.

En la gráfica la Catedral Metropolitana, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Asuncion de María.
«Lo que busca el gobierno de Daniel (Ortega) y esta señora Chayo (Rosario Murillo) es seguir manteniendo un discurso falso de buenos cristianos promoviendo este tipo de actividades para engañar a la gente y a la comunidad internacional de que todo está normal, pero aquí nada de esto es normal, a nosotros los nicaragüenses no nos engañan porque sabemos la persecución que vive la iglesia», expresó el feligrés Rafael Chávez.
Católicos molestos
El pueblo católico se declaró molesto con las acciones que ha tomado el régimen contra la iglesia y sus líderes, principalmente contra el Obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, a quien acompañaron en su largo peregrinaje por reconocer su voz de profeta para guiarlos. «Es como un Moisés (del que habla la biblia), ha mostrado el camino, ha sido difícil pero se ha mantenido firme», señala Chávez.
Critican que la Conferencia Episcopal de Nicaragua y la Diócesis de León permitan que el régimen de Ortega decida qué actividad religiosa deben celebrar a su interés y conveniencia. «O se celebran todas, o ninguna. Inquieta lo que pasa en Managua con Santo Domingo y claro van a querer manipular aquí en León con la Gitería Chiquita, es seguro. Es despreciable y la iglesia debe mantenerse firme y no dejarse manipular», recomendó Raquel, una integrante de la comunidad Concepción de María de Catedral.
Mercedita Reyes, otra ciudadana católica de León dijo no estar de acuerdo que la iglesia se preste al capricho de la pareja de dictadores, para sacar la imagen de Santo Domingo en Managua, mientras encierra a otras imágenes en otros municipios.
«Qué cinismo la de los alcaldes y políticos. Antes se peleaban por cargar las imágenes en las procesiones junto al sacerdote y ahora llaman a la iglesia y a nuestros guías espirituales delincuentes y golpistas, solo por defender los derechos del pueblo y la libertad de religión. Pero si ven que les conviene, lo permiten como en Managua», lamentó Reyes.
Recordó que para 1979, los sacerdotes ayudaron a los guerrilleros sandinistas a resguardarse en los templos cuando los perseguía la Guardia Nacional de Somoza. «Ahora pagan con esto. Vea la Guardia de aquella dictadura nunca agredió a curas, ni los secuestró, ni quemó imágenes, ni violentó templos como lo hacen ahora estos orteguistas, un pecado», consideró un líder religioso comunitario.
En el amplio programa de actividades a la gritería de penitencia, el régimen ha orientado a las alcaldías de occidente, instituciones, Juventud Sandinista, con el apoyo del Movimiento Cultural Leonel Rugama (MCLR), la realización de Concurso de Telones Tradicionales a la Purísima, Tertulia Leonesa y Cultural, feria de dulces y exposición de fotografía en la calle peatonal del parque Los Poetas, acompañada de la historia en celebración a esta devoción mariana.
En un sondeo realizado en León, la mayoría de los devotos y promesantes aseguraron que instalarán sus altares y tendrán en vela la imagen de la Asunción de María, en rogativa por la libertad del Obispo Álvarez y sacerdotes, así como el pronto regreso de los padres Jhonny Guerrero, Douglas Guevara, de la parroquia Inmaculada Concepción de María; y de Monseñor Rodrigo Urbina, párroco de la Catedral de madera Juan Bautista, de Sutiava. «Pedimos por otro milagro de la virgencita, que la noche oscura que otra vez vivimos, pase pronto», dijo otra feligrés con el rosario en la mano.
Por: Voces Unidas.