El régimen surgido de un golpe de Estado militar en Níger mostró el martes escaso interés por las propuestas de diálogo avanzado por sus vecinos de África occidental, que no descartan “ninguna opción” para restaurar la democracia, y por Estados Unidos.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) intentó enviar una delegación a la capital de Níger, Niamey, antes de una reunión del bloque para abordar la crisis el jueves en Abuya, la capital de Nigeria.
Pero los militares que el 26 de julio derrocaron al presidente Mohamed Bazoum informaron que no podrían recibir una delegación de la Cedeao por motivos de “seguridad”.
“El contexto actual de indignación y de endurecimiento después de las sanciones impuestas por la Cedeao no permite acoger a esta delegación en condiciones de serenidad y seguridad”, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Níger es una pieza clave para las potencias occidentales en la lucha contra los yihadistas en la región del Sahel. Francia tiene desplegados 1.500 soldados en el país y Estados Unidos 1.000.
La Cedeao impuso sanciones contra los militares nigerinos y los emplazó a restituir en el poder a Bazoum antes del pasado domingo a medianoche, so pena de exponerse a una intervención militar.
Pero los militares no dieron señales de dar el brazo a torcer y nombraron en cambio a un primer ministro civil, Ali Mahaman Lamine Zeine, en una señal de que podrían orientarse hacia la formación de un gobierno de transición, ignorando el ultimátum de sus vecinos.
– “Ninguna opción” descartada
La Cedeao “preferiría” resolver por vía diplomática la crisis de Níger, aunque no descarta “ninguna opción”, afirmó el martes el portavoz de Bola Tinubu, el presidente de Nigeria, al frente actualmente de ese bloque de países de África occidental.
Tinubu piensa que “la diplomacia es la mejor vía” y, “al igual que sus colegas [de la Cedeao] preferiría alcanzar una solución por medios diplomáticos, por medios pacíficos, antes que por cualquier otro”, dijo el portavoz, Ajuri Ngelale.
Estados Unidos indican que “la esperanza” de una salida negociada de la crisis, pero que era “realista”.