Los pobladores del municipio de Siuna, en el Caribe Norte de Nicaragua, exigen justicia a las autoridades policiales sobre la muerte del comerciante de queso Lester Masis Jaime, de 45 años, quien fue baleado durante un asalto y despojado de más de 350 mil córdobas.
Masis Jaime fue asaltado la mañana del lunes último en un camino de la comunidad El Guzma, en Siuna, por sujetos aún de identidad desconocida, quienes le propinaron un disparo en el ojo izquierdo.
El hombre fue encontrado por un grupo de pobladores, quienes lo trasladaron a un centro asistencial y además dieron aviso a la Policía. Hasta el momento, la Policía no se ha referido al caso, ni ha circulado a los sospechosos de este crimen, ni se ha referido al avance de las investigaciones, por lo que pobladores se sienten inseguros.
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«La delincuencia no se aguanta, exigimos a la Policía mayor patrullaje. A casi una semana de este asalto que acabó en crimen, no se saben detalles», se quejó un poblador, quien además denunció que la ola de robos en la zona aumenta cada día. «Aquí te asaltan y te matan y la Policía no hace nada. La Policía no sirve para nada, están de adornos, los delincuentes desgraciaron la vida de este hombre que se ganaba la vida honradamente», criticaron.
Policía con fines políticos
Un experto en temas de seguridad ciudadana, consultado al respecto, lamentó que la Policía no esté cumpliendo con su función de garantizar la seguridad ciudadana.
«Hemos venido observando el comportamiento de la Policía y deja mucho que desear porque se convirtieron en una institución con fines políticos que reprime a los opositores, desgraciadamente están más enfrascados en asediar y perseguir a opositores que a los delincuentes», expresó.
«La Policía tardó en llegar al lugar donde balearon al hombre y el otro punto es que en el Caribe Norte o zonas remotas no hay policías especializados en investigaciones o criminalidad, la mayoría son empíricos», agregó el experto.
Los pobladores de El Guzma temen que los delincuentes sigan sembrando el terror entre los comerciantes y productores de la zona, quienes desde que supieron del crimen, se han mantenido en sus casas por temor.
Por: Voces Unidas.
