Los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, que todos los días despotrican contra los que llaman «golpistas», que no fueron más que nicaragüenses en protestas sociales, se revelaron como admiradores de verdaderos militares asaltantes del poder, al reconocer tácitamente y felicitar al nuevo gobierno golpista de Níger, representado por el general Abdourahamane Tchiani, a quien incluso, llaman «Su excelencia».
El pasado 26 de julio, en horas de la madrugada, un grupo de militares, integrados en una plataforma autodenominada «Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP)», ejecutaron un golpe de Estado contra el presidente Mohamed Bazoum, anunciaron un toque de queda nocturno, la abolición de todas las instituciones y la supresión de la constitución política del país. Pocas horas después se declaró jefe del asalto al poder el general Tchiani, quien además se proclamó nuevo representante del Estado.
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Rusia fue uno de los primeros y hasta ahora de los pocos Estados que ha reconocido a los golpistas, hasta que este miércoles, dos de agosto, la dictadura Ortega-Murillo dio a conocer, a través de sus medios de la propaganda oficialista, un mensaje, aprovechando el aniversario de la independencia del país africano para reconocer al gobierno golpista y felicitarlo.
«Su excelencia, General Abdourahamane Tchiani, Presidente del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria. República de Níger. Estimado General: En nombre del pueblo y Gobierno de Nicaragua, y en el nuestro propio, hacemos llegar a ustedes, pueblo y Gobierno de la República de Níger, nuestras más calurosas felicitaciones en la especial ocasión de la conmemoración de otro aniversario más de su Día Nacional, el próximo 3 de agosto», dice el mensaje de los dictadores nicaragüenses.
Centroamérica no ha ganado ni ganará nada en sus relaciones políticas y comerciales con China, obtendrá montones de promesas de las que muy pocas se cumplirán, y de modo parcial.
El gigante asiático en realidad lo que busca en la región es aislar a Taiwán y desafiar a EE.UU en su «patio trasero», y de Nicaragua lo que le interesa es el servil apoyo de la dictadura, fuera de eso «no le interesa nada»”, dicen analistas internacionales y nicaragüenses consultados por Artículo 66.
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La República Popular China ha impulsado una agresiva gestión para entablar relaciones diplomáticas con los países de Centroamérica, los que deben subordinar esas relaciones al principio de «una sola China», lo que implica el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Taiwán, la isla considerada por Pekín como «una provincia rebelde» que ha jurado recuperar en algún momento, bajo el «método que sea necesario», incluyendo el militar.
En esa ofensiva, cayeron ante China, apantallados por promesas de grandes beneficios económicos y comerciales, primero Costa Rica, luego le siguió Panamá, para después sumarse El Salvador, Nicaragua, y más recientemente Honduras.
Guatemala podría irse con los chinos, en dependencia de quién gane el actual proceso electoral. Todos bajo la promesa de que con China habría una relación de «ganancia-ganancia», con inversiones, financiamientos a megaproyectos de infraestructura y tratados comerciales de beneficio mutuo. Todo eso es «una mentira», dicen expertos.
Para el sociólogo nicaragüense Javier Meléndez, director de la organización Expediente Abierto, la agresividad de China al entrar en Centroamérica es, principalmente, por «ampliar el aislamiento a Taiwan». Opina que China «realmente quiere borrar de la faz de la tierra el nombre de Taiwan» como país independiente. En este momento, en América Latina solo tienen relaciones con Taiwán, Paraguay, Guatemala y Belice, además de cuatro islas-estados del Caribe.
Patricia Vargas Fernández, hermana del sociólogo nicaragüense y exreo político desterrado, Oscar René Vargas, perdió la batalla contra el cáncer y falleció durante la madrugada de este martes, primero de agosto.
El pasado 22 de noviembre de 2022, el opositor logró ver a su hermana por última vez antes de ser encarcelado por el régimen de Daniel Ortega.
El día de su detención, Oscar René Vargas estaba visitando a su hermana cuando la Policía sandinista irrumpió en la casa de ella. El sociólogo confirmó que fue a ver a Patricia porque ella estaba enferma.