Estados Unidos sancionó el jueves a más de 120 empresas rusas y a varias de Kirguistán por considerar que ayudan a Moscú en la guerra contra Ucrania.
Las sanciones buscan obstaculizar la maquinaria bélica de Rusia al impedirle el acceso a materias primas y manufacturadas esenciales, así como a financiación, dijo el departamento de Estado.
Entre las muchas compañías incluidas en las nuevas listas del Estado y el Tesoro estadounidenses se cuentan bancos rusos, empresas energéticas, navieras, fabricantes de defensa, tecnológicas, y compañías militares privadas rusas.
Washington incluyó también a siete institutos de investigación controlados por el Estado ruso que se ocupan de tecnologías avanzadas.
El departamento del Tesoro, asimismo, sancionó a empresas de Kirguistán que, según dijo, Rusia utiliza para eludir las restricciones a la exportación impuestas por Estados Unidos y sus aliados sobre artículos tecnológicos.
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Más temprano Kirguistán negó haber ayudado a su aliado Moscú pero admitió “la posible implicación de empresas privadas” y dijo que está investigando.
Normalmente las sanciones estadounidenses buscan dificultar las operaciones internacionales de las personas o empresas incluidas en su lista negra, prohibiendo a los estadounidenses o a empresas con sede en Estados Unidos -incluidos los bancos extranjeros con sucursales en Estados Unidos- realizar transacciones con ellos.