Luego que la delegación de Nicaragua se negara a firmar una resolución en la que la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) condenan la guerra de Rusia sobre Ucrania, el repudio y rechazo a esta decisión no se hizo esperar.
El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields dijo a Artículo 66 que la dictadura de Nicaragua es «una vergüenza mundial porque en un acto de sumisión total a Rusia se negó a firmar una resolución que incluso los regímenes de Cuba y Venezuela finalmente decidieron apoyar».
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Resaltó que la administración de Daniel Ortega muestra, una vez más, su radicalismo y su actitud «sumisa ante cualquier situación que sea en favor de Rusia y eso es algo que sobrepasa planteamientos de los países más radicales».
«Esta fue una declaración de más de 40 punto en los que se abordó todo lo que los regímenes de izquierda quisieron, hasta solidaridad por el bloqueo contra Cuba (…) pero solo porque se hace una pequeña mención a Ucrania, porque a los europeos ese es un punto que les interesa, Nicaragua fue el único país que dijo no estar de acuerdo con esa resolución», remarcó McFields.
Además calificó al régimen de Nicaragua como «un paria internacional porque simplemente dijo: “Si tocan a mi amo Putin, yo no puedo apoyar ninguna declaración”, por eso creo que hoy fue un día vergonzoso para la dictadura porque demostró su sumisión ante el régimen de Putin y cobardía para condenar una guerra de agresión contra Ucrania».
Pese a que Daniel Ortega se niega a firmar la declaratoria, McFields subrayó que «la resolución nada la detiene porque estamos hablando que son 59 países; el único paria que no la firma es Nicaragua, entonces es allí donde el régimen se hunde en el fango del asilamiento total y la sumisión ante el régimen de Putin».
«Rusia viola el derecho internacional»
Por su parte, el integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) Héctor Mairena refirió que la actitud de la representación de los Ortega y Murillo para condenar la guerra de Rusia contra Ucrania es una muestra del servilismo de la dictadura a la política agresiva de Putin».
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Recordó, además, que desde que se inició la guerra de Rusa contra Ucrania, el dictador Ortega ha apoyado de forma entusiasta y públicamente a su homologo Putin, por lo que afirma que esta decisión de Nicaragua «debe de servir para que los países de la Unión Europea constaten que la política exterior está alineada totalmente con la política agresiva de Rusia».
Otro en criticar la posición de no apoyar la declaratoria fue el presidente de Chile, Gabriel Boric, que dijo no entender que la declaración conjunta está trabada porque algunos no quieren decir que es la guerra contra Ucrania»
«Estimados colegas, hoy día es Ucrania pero mañana podía ser cualquiera de nosotros. En esto no dudemos por complacencia que se pueda tener en uno u otro momento con cualquier líder. Da lo mismo si cae bien o cae mal el presidente de un país; lo importante es el respeto al derecho internacional y aquí se ha violado el derecho internacional (…) por una parte que es invasora, y que es Rusia», señaló.
En esta Cumbre, que culmina este martes, 18 de julio, la UE buscó allanar un acercamiento con el anuncio de un plan de inversión de 45.000 millones de euros (50.560 millones de dólares) mediante el programa Global Gateway, para inversiones en Latinoamérica y el Caribe, que incluyen a las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela.