La plataforma Acción dale vida a Nicaragua está promoviendo, para el próximo 16 de julio, una cruzada de oración mundial por la liberación de monseñor Rolando Álvarez, preso político del régimen de Daniel Ortega.
El humorista nicaragüense Dennis Castellón, mejor conocido como «Locuin», dijo a Artículo 66 que esta iniciativa «es la que más une a los nicaragüenses de diferentes religiones».
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Explicó, además, que el evento se estará transmitiendo desde las redes sociales de Acción dale vida a Nicaragua a partir de las 11 de la mañana, hora de Nicaragua, y donde los medios de comunicación independientes podrán retransmitir.
«El evento trata de actividades religiosas de oración durante ese día e iniciará a través de un spaces, en Twitter; en el que estarán sacerdotes latinoamericanos, usando su voz para para orar. También asistirán muchos nicaragüenses católicos que darán palabras de ánimo a monseñor Álvarez», agregó Locuin.
Por su parte, los integrantes de Dale vida a Nicaragua recordaron, a través de una nota de prensa, que el obispo de la Diócesis de Matagalpa es «un incansable defensor de la justicia, los derechos humanos y las libertades. Se ha convertido en el ícono de entrega y sacrificio en nuestra nación».
Aseveraron que el encarcelamiento del religioso «es injusto, y su valiente disposición de enfrentar las consecuencias en defensa de su pueblo han tocado los corazones de miles de personas en Nicaragua y en todo el mundo».
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«La Cruzada de Oración por Monseñor Álvarez no solo representa nuestras súplicas colectivas por su salud, fortaleza y liberación, sino que es un llamado trascendental a unir nuestras voces y elevar nuestras plegarias por Nicaragua misma. Es un grito de esperanza y solidaridad en busca de la recuperación de los derechos humanos, la justicia y la libertad que tanto anhelamos», recalcaron.
El próximo cuatro de agosto, monseñor Álvarez cumplirá un año de que la Policía de Nicaragua le impidió salir de la Curia Episcopal de Matagalpa, para luego, el 19 del mismo mes, secuestrarlo.
La justicia de Ortega lo condenó, el 10 de febrero, a 26 años de cárcel por supuestos delitos de traición a la patria; desde que fue recluido en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, en Tipitapa, su familia solo en una ocasión lo ha podido ver.