Dos menores de edad subieron la tarde del sábado a una tarima en un parque de León, una vestía con traje típico, otro de camuflaje, colgando en el cuello la pañoleta rojinegra, del partido sandinista, y cargando consigo fusiles de juguetes para bailar una pieza musical sandinista.
Todo ocurrió durante la tertulia política que ofrece cada sábado la Alcaldía en la plaza pública «José Quezada», en la ciudad de León. Muchos critican el acto como un adoctrinamiento a los niños y su uso en actos de politización.
Ciudadanos leoneses y organismos defensores de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, acusan al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, de seguir violentando la ley que los protege, así como de atentar contra la libertad de pensamiento al querer adoctrinar a los chavalos y chavalas, que aún no tienen una conciencia política definida.
¿Promueven la paz con fusil en mano?
En los alrededores de la plaza encontramos a Francisca, una mujer de 45 años, que paseaba con su hijo menor de ocho años. Dijo que no era saludable fomentar en los más pequeños la violencia y doctrinas partidarias que por su edad aún no entienden.
«No entiendo cómo el gobierno habla de promover la recreación sana y la paz, si hacen todo lo contrario. ¿Qué hace un niño con un arma aunque sea de juguete?¿Qué le estás diciendo?¿Que mate?», se preguntó y aseguró que la responsabilidad absoluta estaba en los padres. «No debemos permitir que se les imponga enseñanzas retrógradas», criticó.
«Lo que está promoviendo el orteguismo es la descomposición social de las futuras generaciones. Ahora mismo dos chavalos del barrio que han estado presos por robos y venta de drogas, ahora forman parte de la policía voluntaria. Eso es grave», cuestionó por su lado otro ciudadano que prefirió mantener en anonimato su identidad por razones de seguridad. Advirtió que jóvenes en riesgo están siendo reclutados y entrenados en polígonos por la Policía y paramilitares. «Eso es lo que están promoviendo, la corrupción institucional y la delincuencia», dijo.
Clima de temor
Los niños siempre han sido utilizados por los políticos, acusa el comerciante Anibal Carrasco. «Es un recurso recurrente e ilegal que ha aprovechado todo el tiempo el régimen de Ortega, más ahora que ha obligado a sus trabajadores y seguidores a permanecer en las calles y participar en todas las actividades creando de esta manera un clima de temor para mostrar un apoyo popular que lo obtiene por la fuerza», expresó.
La trabajadora social Andrea Carrasco, por años formó parte de una oenegé defensora de la niñez y adolescencia en Nicaragua. Llamó a los sectores sociales a proteger la integridad física y psicosocial de los menores principalmente en este contexto que vive el país. Dijo que no se debería usar sus imágenes, voces, ni exponerlos en la participación de marchas o manifestaciones políticas porque se considera que están siendo manipulados.
«Ellos están queriendo recuperar espacios utilizando la imagen de la niñez, de los adolescentes y jóvenes principalmente de aquellos que viven en condiciones vulnerables porque pretenden crear legados y es ahí, el interés de promover el adoctrinamiento en pequeños que no entienden nada de política», expresó Carrasco.
Más daños
Recordó que este sector poblacional ya está afectado por la actual crisis sociopolítica y una confusión de pensamientos podría traer graves consecuencias en la vida y comportamiento emocional de los menores en la sociedad, si se sigue promoviendo una cultura de violencia y de odio.
La imagen de los niños vestidos de militares o policías se viene promoviendo de manera frecuente en actos escolares, institucionales y partidarios con el apoyo de simpatizantes, padres de familias o funcionarios del régimen para levantarle el perfil a la sancionada institución que ha desvirtuado su labor en el país de velar por la seguridad de los nicaragüenses y reprime a los ciudadanos que se han manifestado contra la dictadura.
Eso se evidenció el sábado 8 de julio. Durante la caminata al Fortín de Acosaco, por ejemplo, que encabezó el diputado orteguista Gustavo Porras, iban también una pareja de menores vestidos de policía, el vicealcalde, y una delegación de diplomáticos colombianos encabezada por el embajador León Freddy Muñoz y el congresista Alejandro Toro.
Una fuente cercana a la oficina de adquisiciones dejó entrever que la comuna leonesa destina presupuestos mayores a los 300 mil córdobas al área de Promotoría Solidaria y al departamento de Cultura para la realización de estas tertulias en la que se garantiza el pago de alquiler del sonido, luces, montaje y desmontaje de tarima, arreglos florales, refrigerios y transporte de los artistas que terminan siendo influenciados y adoctrinados por la Juventud Sandinista. «Dañan a los niños y hacen política con los recursos del pueblo», se quejó una leonesa.
Por: Voces Unidas.