En La Gaceta de este viernes, 30 de junio, quedó oficializada la reforma a la Ley 1053, Ley Orgánica del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), con la que la administración de Daniel Ortega amplía el «control» sobre las telecomunicaciones en el país y, además, pretende ampliar la medida recaudatoria por cánones, multas y mora.
El Ejecutivo alegó que la reforma permitirá «modernizar, fortalecer y ampliar las funciones y atribuciones» de esa polémica institución, señalada de ser el brazo de la censura del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra los medios de comunicación y empresas de telecomunicaciones.
La modificación a la Ley Orgánica de Telcor fue ratificada el martes, 27 de junio, por los parlamentarios nicaragüenses. Ortega mandó a reformar dicha legislación «en aras de fortalecer a la institución para que esta contribuya a una gestión óptima en toda su estructura, se hace necesario reformar sus órganos de dirección para que estos se ajusten a las demandas y al servicio de la población, organizándola según las técnicas modernas de gestión, otorgándole el rango de ministro a la directora o director general de Telcor».
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Por lo que, solicita reformar el artículo 5 de la Ley, el cual se leerá así: «La representación, dirección y administración de Telcor estará a cargo de una directora o director general con rango de ministro, quien será el o la funcionaria ejecutiva superior de la institución, y como tal tendrá la representación legal y la responsabilidad de dirigir, coordinar, controlar y vigilar la actividad de la institución de conformidad con la Ley y sus reglamentos».
Entre las modificaciones que la administración de Ortega Murillo incorporó a la ley define «funciones y atribuciones con la flexibilidad necesaria para ejercer la regularización sobre los servicios de telecomunicaciones, servicios de comunicaciones audiovisuales y servicios postales de forma dinámica y congruente con los asuntos que demanda el avance de la tecnología de los nuevos modelos de negocio y del mercado a nivel local e internacional».
También establece la supuesta «protección de los derechos de todos los usuarios», así como «la supervisión, fiscalización y control de los servicios».
Con la reforma Telcor podrá «aprobar y ejecutar proyectos relacionados con servicios de telecomunicación, servicios audiovisuales y postales en áreas no atendidas en el territorio nacional». Asimismo, la institución tiene facultad para «proponer políticas públicas sectoriales con relación a la disponibilidad, acceso y asequibilidad de los servicios de telecomunicaciones, audiovisuales y postales».
Más control sobre la ciudadanía y empresas
Otro de los cambios que introduce la reforma es que crea los Centros de Atención al Público (CAP), los cuales estarán ubicados en todo el país, y se encargarán de requerir información tanto a personas naturales como jurídicas.
«Solicitar la información periódica y específica que sea necesaria para el cumplimiento de sus funciones, a cualquier persona natural o jurídica participante en los mercados sujetos a su regulación, para lo cual podrá imponer las sanciones administrativas correspondientes frente al incumplimiento del envío oportuno de la información solicitada o respecto de su envío con insuficiente calidad o en condiciones diferentes a las requeridas», indica la norma.
Los legisladores otorgaron a Telcor al menos 14 atribuciones entre las que se encuentra promover la competencia e inversión en el sector, establecer sanciones, y realizar recaudación y cobro de todos los impuestos por el uso y asignación del espectro radioeléctrico y numeración, derechos y cargos administrativo.
Una novedad es que podrá implementar la regulación experimental que denominan como «Sandbox», el cual según la reforma es un mecanismo de regulación por medio de los operadores de servicios de telecomunicaciones y de comunicación audiovisual.
Esta medida controlará a las empresas que «pueden prestar servicios que no están incluidos en la regulación vigente, durante un tiempo y en un área geográfica determinada, para experimentar nuevos modelos de negocio en un ambiente controlado y supervisado por Telcor».