Han pasado 94 días desde la única y última vez que el régimen de Daniel Ortega mostró públicamente a monseñor Rolando Álvarez, en esa ocasión la dictadura permitió la visita de sus dos hermanos y lo exhibió en fotografías y vídeos a través de sus medios de propaganda. Desde entonces, se desconoce en qué condiciones se encuentra el obispo de Matagalpa.
El líder religioso permanece encerrado en la cárcel «La Modelo», en Tipitapa, desde el pasado nueve de febrero, fecha en que se negó a ser desterrado, junto a otros 222 exreos políticos, hacia Estados Unidos. Este martes cumple 312 días como reo de conciencia.
Recientemente se conoció que la dictadura orteguista mantiene recluido a monseñor Álvarez en la celda 19 del módulo 3-1 del espacio de máxima seguridad del penal de hombres en Managua.
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Una fuente carcelaria detalló al medio digital Divergentes que el jerarca de la Iglesia católica está en «El Infiernillo», uno de los seis módulos que hay en el espacio de máxima seguridad llamada la 300, porque allí alcanzan 300 reos aproximadamente, en unas 156 celdas. La celda de monseñor es igual a la de los demás reos: de tres metros de largo por tres de ancho, con dos catres cada una y un hoyo para que los reos hagan sus necesidades.
De acuerdo con la fuente, el obispo de Matagalpa se encuentra vigilado por guardas las 24 horas del día y su celda es requisada a diario para «evitar cualquier comunicación con los demás reclusos de La Modelo».
Por su parte, la investigadora Martha Patricia Molina advirtió que monseñor Rolando Álvarez podría «no estar bien» de salud tras pasar más de 10 meses bajo «secuestro», y pidió al mundo ejercer más presión sobre el régimen para que detenga la persecución religiosa en el país.
«Por la costumbre del Sistema Penitenciario de Nicaragua de torturar física y psicológicamente a los secuestrados, teme que monseñor no está bien», alertó Molina.
A su vez, la autora del informe «Nicaragua: Una iglesia perseguida» pidió a la comunidad internacional exigir a la dictadura sandinista que libere de inmediato al prelado y cese la persecución en contra de la Iglesia católica.