Hace exactamente dos años, un día como hoy, 21 de junio, el periodista y cronista deportivo Miguel Mendoza fue detenido arbitrariamente por un fuerte dispositivo policial, mientras él se encontraba fuera de su vivienda. Un día después de su arresto, agentes policiales allanaron su casa y según su esposa, «lo único que pudieron llevarse fueron nuestros celulares y una cámara (dañada) que teníamos de recuerdo desde hace 7 años».
El ahora exreo político desterrado y desnacionalizado Miguel Mendoza, en su cuenta personal de Twitter, recordó las torturas, tratos inhumanos e incomunicación a la que fue sometido en las «mazmorras» del régimen sandinista y, asimismo, agradeció «a Dios, a mi familia, a los amigos y a todos los ciudadanos que oraron por mi liberación».
Para el periodista, la verdadera razón de su secuestro «fue silenciarme porque me convertí en una voz incómoda (para la dictadura), que a través de las redes sociales los denunciaba, los señalaba, opinaba e informaba los crímenes que cometieron y que siguen cometiendo sobre la población nicaragüense».
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«Aquel 21 de junio de 2021 fue el primero de los 597 días que el régimen me tuvo en las mazmorras, violando mis derechos, sometiendo a torturas psicológicas, inmovilizándome, arrancándome a mi familia, tratándome de quebrar y humillar», subrayó.
«Con mi secuestro la dictadura también perseguía callar, apagar, desconectar, neutralizar la opinión en las redes sociales, un espacio que nunca conquistaron, un terreno minado en su desquiciado interés de tener una narrativa única y falsa que busca manipular la realidad controlando todos los medios», agregó.
Sometido a proceso arbitrario
Miguel Mendoza también recordó el proceso judicial arbitrario al que fue sometido por la Justicia nicaragüense. El comunicador fue acusado por el supuesto delito de provocación, proposición y conspiración para cometer menoscabo a la Integridad nacional, en perjuicio del Estado de Nicaragua y de la sociedad nicaragüense, de conformidad a la Ley 1055, Ley de Soberanía.
El juez Luden Quiroz García, del juzgado Noveno Distrito Penal de Juicio de Managua, fue el «verdugo» que declaró culpable a Mendoza y lo condenó a nueve años de cárcel.
Después de permanecer 19 meses y 17 días encarcelado, el cronista deportivo, junto a 221 presos políticos, fue excarcelado el pasado 9 de febrero y desterrados a EE.UU. Horas después todos fueron privados de su nacionalidad y obligados a vivir en tierras extranjeras en condición de apátridas.
El crítico del régimen ahora en libertad asegura que sigue «comprometido con defender la libertad de expresión» y «vencer la censura» que ha impuesto la dictadura a la prensa nicaragüense.
«Me cambiaron la vida, pero sigo con la frente en alto. (…) por los héroes de abril, por las madres de abril, por los presos políticos, por los torturados, por los exiliaron, reafirmo mi compromiso como ciudadano denunciando los crímenes de la dictadura y sigo en mi pequeña trinchera de la información creyendo firmemente que pronto Nicaragua será libre», añadió.