El Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los pueblos de América Latina «Óscar Romero» (SICSAL) expresó su reprobación a las violaciones a los derechos humanos cometidas desde 2018 por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en contra de la población nicaragüense.
«Las informaciones que continuamente nos llegan de Nicaragua, las noticias y los testimonios de personas que han tenido que exiliarse o migrar para defender su vida y protegerse de las constantes violaciones a derechos humanos que impulsa el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo con procesos de encarcelamientos y criminalización hacia defensores de derechos humanos, sacerdotes, religiosos, religiosas, periodistas, activistas políticos y organizaciones de base son un desacierto de que nos asombra», señalan SICSAL en un comunicado de solidaridad con Nicaragua, publicado este 13 de mayo.
Los miembros de SICSAL, que tuvieron una vinculación solidaria con católicos de base de Nicaragua durante la época de la revolución sandinista (1979-1990), también expresaron su preocupación por la manipulación de la figura de Dios que está realizando el régimen orteguista, en particular, la vicepresidenta Rosario Murillo.
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«Igualmente nos preocupa el uso abusivo del lenguaje religioso orientado a manipular la conciencia de la gente más empobrecida. Para nosotros creer en Dios es practicar la justicia. Usar la religión con la finalidad de legitimar proyectos contrarios a la dignidad humana y a los derechos fundamentales del pueblo es una blasfemia, si leemos adecuadamente el mensaje de la Biblia», dicen los católicos de base de diversas partes de España, Bélgica y Milán (Italia) aglutinados en SICSAL.
Condenan ataques contra la iglesia y cárcel contra monseñor Álvarez
El SICSAL condenó la persecución religiosa emprendida por el régimen de la familia Ortega-Murillo en contra de la Iglesia nicaragüense y exaltaron las «valientes acciones» del obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión y despojado de su nacionalidad por supuesta «traición a la patria» y «difusión de noticias falsas» en contra del orteguismo.
«Nos sorprenden las acciones represivas y violatorias de los más elementales derechos humanos emprendidas contra el pueblo y en estos momentos contra la Iglesia católica y los sectores de la sociedad que se manifiestan críticos a las políticas neoliberales y capitalistas promovidas por el régimen. En este sentido expresamos nuestra solidaridad con los agentes de pastoral asediados, reprimidos e injustamente encarcelados, sobre todo con monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, por sus valientes acciones proféticas al lado de los más vulnerables de la sociedad», se lee en la parte medular del comunicado.
Los miembros de SICSAL demandaron la liberación del obispo Álvarez y de todas las personas detenidas por motivos politicos en el país y abogaron por el cese del acoso en contra de los católicos de Nicaragua y de los defensores de derechos humanos.
«Que la paz, que tanto anhela ese pueblo sea conquistada como fruto de la justicia. Demandamos al régimen de Ortega y Murillo que cese la persecución y criminalización hacia personas defensoras de derechos humanos, movimiento de mujeres, la iglesia católica y que libere a las personas presas políticas incluyendo al obispo de Matagalpa Monseñor Rolando Álvarez», finaliza el comunicado.
El comunicado de solidaridad está respaldado por los católicos de base de SICSAL de Barcelona, Cantabria, Linares, Murcia, Tarragona, Terrasa, Torrejón de Ardoz (Comunidad de Madrid), Valladolid, Vigo (Galicia), Bélgica y Milán (Italia).