Tras el reciente anuncio de la Casa Blanca sobre nuevas sanciones al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, debido al incremento de la represión contra la Iglesia católica, opositores afirman que todos los hechos arbitrarios de la administración orteguista «están llamando la atención de la comunidad internacional».
El abogado e integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) Héctor Mairena dijo a Artículo 66 que las declaraciones del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, son justificadas por todas las acciones represivas del régimen de Nicaragua contra la Iglesia católica.
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«La semana pasada, como todos sabemos, la dictadura ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias de las Diócesis y sus respectivas parroquias y acusó a la Iglesia católica de la lavado de dinero; obviamente todos estos hechos son sumamente graves y llaman la atención de la comunidad internacional», señaló el opositor.
En cuanto a las posibles nuevas sanciones, Mairena afirmó que estas contribuyen al debilitamiento del régimen y que «deben de estar acompañadas de una estrategia de mayores presiones, exigiendo al régimen transparencia, respeto a los derechos humanos y restituir las libertades fundamentales en Nicaragua para que pueda seguir recibiendo flujo de financiamiento fresco».
Sanciones contra actores de la represión
Además indicó que el Gobierno de Estados Unidos ha dirigido sus sanciones a «personas que están directamente involucradas en las violaciones a los derechos humanos, corrupción y fraude electoral».
«Creo que las sanciones individuales que podrían esperarse son a quienes han estado vinculados directamente a esta escalada represiva contra la Iglesia católica, pero tampoco podemos descartar que EE-UU. tome medida en alguna de las esferas de la economía, como ya lo hizo el año pasado con el ámbito minero», agregó.

Por otra parte, recordó que «desde hace meses se ha desatado una persecución contra la Iglesia católica, y esa persecución está acompañada de un lenguaje de odio que proviene especialmente de Rosario Murillo y Daniel Ortega».
Medida de presión «va a continuar sin el régimen no libera a monseñor Álvarez»
Por su parte, el exreo político y presidente de la Fundación para la Libertad de Nicaragua, Félix Maradiaga, manifestó que «es importante ver que la comunidad internacional, y no solo Estados Unidos, está reaccionando de manera clara a la campaña de persecución a la Iglesia católica en Nicaragua».
«Como antecedente está el reporte de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos (…) en donde se incluye a Nicaragua dentro de los países de mayor preocupación como Afganistán e Irán; además ya anunciaba que el régimen de Ortega había tomado un rumbo preocupante», dijo.

También refirió que las medidas de presiones diplomáticas, como las sanciones, vinculadas a la persecución religiosa, «se van a continuar viendo con mayor frecuencia, si el régimen no libera a monseñor Álvarez y a los otros sacerdotes secuestrados».
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Maradiaga señaló que «es muy seguro que de continuar este tipo de acciones, el régimen de Ortega va a continuar poniendo en problema a toda la economía nacional porque ya va a ser insostenible tener un Tratado de Libre Comercio con un Estado que está rompiendo absolutamente todas las reglas internacionales mínimas del respeto a las libertades cívicas y políticas».
Recientemente la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de la Policía, le imputó el delito de lavado de dinero a varias diócesis de la Iglesia católica nicaragüense, al tiempo que oficializó el congelamiento de las cuentas de la institución religiosa, acciones que han sido condenadas por la comunidad internacional, que ha llamado al cese de la persecución religiosa.