Los hogares nicaragüenses se ven golpeados una vez más por el aumento en el precio de la canasta básica, la tendencia alcista ha obligado a la ciudadanía a mermar la cantidad de productos necesarios para la alimentación. En el mes de abril el costo de la cesta familiar se ubicó en 19,234.15 córdobas, 260.69 córdobas más que el mes anterior.
Si comparamos el precio de la canasta básica en el mes de abril del 2022, cuando tenía un costo de 17,219.68 córdobas, podemos notas que ha tenido un incremento de 2,014.14 córdobas. Una cantidad muy superior al ajuste del salario mínimo de este año que apenas fue del 10%.
Doña Andrea, a como llamaremos a una ciudadana que accedió a conversar en condición de anonimato, habita en un barrio de la capital y cada semana ahorra lo que gana lavando y planchando ropa ajena para comprar su «provisión» en un mercado popular de Managua.
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«Cada semana le suben a todo, no me ajusta para comprar todo lo que necesito en mi casa y darle de comer a mis dos hijos pequeños. La situación está dura y el Gobierno se hace el “sueco” con la subida de la comida. Parece que le vale todo lo que pasa en el país», se lamentó la ciudadana de 37 años.
Andrea es madre soltera, vive en casa de su madre y con mucho esfuerzo construyó una habitación en el patio de la vivienda familiar. Apenas estudió hasta tercer año de secundaria. La pobreza en la que vivió desde pequeña la obligó a aprender el oficio de su mamá: lavado y planchado de ropa ajena.
En cinco o seis días de trabajo logra acumular unos 1300 o 1400 córdobas para hacer la compra de la comida de la semana para ella y sus dos hijos, el dinero no le alcanza y ha tenido que disminuir las libras de frijoles, arroz, queso y carne que compraba.
«Una o dos veces por semana puedo darles carne o pollo a mis niños. Cada semana todo está más caro, ya no puede comer uno con esos precios por las nubes. Antes podía darles un gustito más seguido como llevarlos a comer eskimo (helado), pero ahora ni eso. Todo va para atrás en Nicaragua», afirmó.
Políticas empobrecedoras
El caso de Andrea se repite en cientos de familias en Nicaragua que sobreviven con trabajos informales o en extrema pobreza. Encuestas han revelado que la carestía de la vida y el desempleo son los principales factores que azotan a la población.
La canasta básica en diciembre de 2022 cerró el año en 18,981.55 córdobas, en el primer cuatrimestre de este año ha sufrido una variación positiva de 315.60 córdobas, impactando directamente en el bolsillo de los hogares más pobres.
En febrero de este año, el economista Enrique Sáenz afirmó que en Nicaragua se aplica la política de que los ricos, sobre todo de la «camarilla gobernante», sean más ricos y los pobres más pobres.
«Esto es lo que se encuentra en la raíz de los centenares de miles de nicaragüenses que en los últimos dos años tuvieron que salir hacia Estados Unidos, Costa Rica y otros países, por las políticas empobrecedoras», concluyó.
Actualmente, el salario mínimo en Nicaragua equivale a cerca de un tercio del costo de la canasta básica, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide), el mismo que registra el alza en los precios de los productos necesarios para vivir.