Luz Marina Benavides, de 63 años, es la nueva víctima de la violencia machista en Nicaragua. La mujer se rindió a la muerte la noche de este martes, nueve de mayo, tras haber sido acuchillada en su vivienda por un sujeto identificado como Santos Ismael Medina Rivera, de 29 años.
El crimen ocurrió en el barrio Gilberto Romero, ubicado en el municipio de Siuna, del Caribe Norte. De acuerdo con la Policía Nacional, el hombre, en estado de ebriedad, discutió con Benavides, y luego la agredió con un cuchillo. La víctima falleció cuando era trasladada al hospital Carlos Centeno, de la localidad.
Santos Ismael Medina logró huir de la escena del crimen, sin embargo, pocas horas después los oficiales de la Policía lo capturaron, ocupándole un cuchillo con manchas de sangre, utilizado para cometer el delito.
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El cuerpo de Luz Marina Benavides fue examinado por un médico forense del Triángulo Minero, quien determinó que la víctima murió a causa de un shock hipovolémico provocado por la herida con arma cortopunzante.

Además, la Policía entrevistó a los testigos, quienes reconocieron a Santos Ismael Medina Rivera como el autor del crimen, por lo que junto a las evidencias será puesto a la orden de las autoridades competentes.
La víctima tenía tres hijos quienes no convivían con ella, y en su casa se hacía acompañar por una niña con capacidades especiales, quien ha quedado en el desamparo, ya que Luz Benavides la cuidaba.
Ola de femicidios
En los primeros cuatro meses de 2023, el Observatorio Voces, de la organización feminista Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), ha registrado que al menos 37 mujeres han sido víctimas de la violencia machista.
Activistas feministas y defensoras de los derechos de las mujeres han señalado que la región del Caribe del país, actualmente, es «una zona de alerta roja para las mujeres y las niñas, porque la frecuencia y la prevalencia de la violencia y los femicidios es a diario».
Asimismo, alegaron que la ola de violencia en el país, principalmente en el Caribe Norte, se debe a la desprotección a la que se enfrentan las féminas por parte del Estado nicaragüense.
«Los niveles de desprotección que hay en la Costa Caribe son enormes, ahí las mujeres para que accedan a la justicia o sean atendidas ante situación de violencia, tienen que pasar por muchos obstáculos y como instituciones, no están atendiendo de manera específica y especializada la violencia», indicaron.