Tras la decisión del régimen orteguista de retirar el plácet del nuevo embajador de la Unión Europea en Nicaragua, el organismo respondió con diplomacia y solicitó al gobierno de Daniel Ortega «relaciones diplomáticas de pleno derecho».
En una declaración enviada al medio digital Despacho 505, el bloque europeo también reiteró el llamado a un diálogo constructivo con Nicaragua.
«Tomamos nota de la decisión del gobierno de Nicaragua de suspender el agrément para el embajador designado de la Unión Europea. Seguimos convencidos de que las relaciones diplomáticas de pleno derecho y el diálogo constructivo deben seguir siendo la norma en las relaciones bilaterales», sostuvo el portavoz de Exteriores de la Unión Europa, Peter Stano, ante la consulta del medio de comunicación.
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La administración de Ortega Murillo retiró ayer, martes 18 de abril, la aprobación al designado embajador de la UE en Managua en respuesta a sus críticas por la represión en el país centroamericano, en el quinto aniversario del inicio de las protestas contra el gobierno sandinista.
En un comunicado, el bloque europeo reiteró su disposición de «apoyar una solución democrática, pacífica y negociada de la prolongada crisis política de Nicaragua».
Asimismo, el organismo destacó que «han pasado cinco años desde que miles de ciudadanos nicaragüenses salieran a la calle para expresar su legítima reivindicación de los derechos humanos (…). En lugar de que sus demandas fueran escuchadas y respetadas, el pueblo de Nicaragua se enfrenta desde entonces a una represión sistémica».
Además, demandó al régimen orteguista la liberación de todos los presos políticos, el pleno restablecimiento del Estado de Derecho, así como el regreso de las organizaciones internacionales de derechos humanos al país.
Por su parte, la dictadura de Ortega Murillo catalogó el comunicado de UE como un acto «injerencista, atrevido e insolente» y tildó al organismo de «imperialista y colonialista».
«Ante su injerencista, atrevido e insolente comunicado (…), la República de Nicaragua (…) ha decidido suspender el plácet que había concedido al Señor Fernando Ponz, como embajador de esa Potencia avasalladora», dice una nota firmada por el canciller nicaragüense Denis Moncada.
«En estas circunstancias y frente al permanente asedio al Derecho de nuestro Pueblo a la Soberanía Nacional, no recibimos a su Representante», agrega la nota dirigida a Bruselas.