Opositores a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo tildaron de «burla y cinismo» que el caudillo sandinista haya pedido una lista de las personas presas políticas para desterrarlas. Héctor Mairena, integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab), asegura que Ortega se tendrá que «tragar» sus palabras porque intenta negar la existencia de prisioneros políticos.
«Ahora están inventando que hay más presos políticos, entonces yo les digo a todos esos gobiernos, junto con el de Estados Unidos, que hablan de que hay más presos políticos, que nos pasen la lista y que se los vamos a mandar», dijo desafiante Ortega el pasado sábado, 15 de abril, con notable interés de desterrar a cualquier crítico de su gobierno.
Para el excarcelado político Allan Gómez, integrante de la Unión de Presas y Presos Políticos Nicaragüenses (UPPN), las palabras de Ortega son una «burla» en contra de las víctimas directas de crímenes de lesa humanidad, en este caso, desconociendo la existencia de personas que han sufrido y sufren detención arbitraria del régimen de Daniel Ortega.
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«Esto no es nuevo en Nicaragua, desde 2018 han desconocido todos los atropellos y violaciones a derechos humanos contra el pueblo nicaragüense. Han pretendido borrar la memoria con la declaración del 19 de abril como Día de la Paz, lo cual es una burla hacia las víctimas, a las personas que hemos sufrido los atropellos de la dictadura», dijo Gómez.
«Es absurdo que la dictadura siga desconociendo a estas víctimas que sufren detención arbitraria y que pretenda borrar la memoria de los atropellos contra el pueblo nicaragüense. Vamos a seguir exponiendo los crímenes de la dictadura, realizando informes y campañas permanentes para la libertad de los prisioneros políticos», añadió.
Más de 50 presos políticos
Mairena considera que las palabras de Ortega «se inscriben dentro de la naturaleza de su mensaje caracterizado por el cinismo, pero además me parecen una burla a los familiares de los presos políticos, a los presos políticos mismos».
El opositor recordó que, a partir de Semana Santa, la dictadura desató una nueva escalada de detenciones arbitrarias y los presos políticos ya sumarían más de 50. Según el Monitoreo Azul y Blanco (MAB), 21 personas fueron detenidas del primero al nuevo de abril, en el maco de la Semana Santa.
«Ya estamos hablando de más de 50 presos políticos. Aquí se incluyen los 35 que ya estaban (presos) antes de Semana Santa. Estas declaraciones intentan, como en otras tantas ocasiones, borrar e ignorar la realidad, negar los actos represivos que están haciendo», afirmó.
«Ortega lo que hace es reaccionar con cinismo en sus palabras, palabras que se va a tener que tragar, así fue antes, él negó que hubiera presos políticos en Nicaragua y dijo en algún momento que nunca iban a salir de la cárcel y presionado por la comunidad internacional y por el repudio de parte de la población nicaragüense, Ortega tuvo, muy a pesar suyo, que excarcelar el pasado nueve de febrero, pero la represión ha continuado», agregó.
Mairena auguró que tarde o temprano el dictador accederá a las demandas de la comunidad internacional y la ciudadanía nicaragüense de que los presos políticos sean liberados, incluyendo al obispo Rolando Álvarez. «Son palabras infames y cínicas, que siempre caracterizan a Ortega», concluyó.