La cámara alta del Parlamento ruso aprobó el miércoles una ley que facilita la movilización militar de los rusos, un texto que ahora espera la firma de Vladimir Putin.
Sin embargo, el Kremlin niega que se trate del comienzo de una nueva movilización de reservistas para el frente ucraniano.
Según la nueva ley, un reservista podrá ser movilizado a partir de ahora por vía electrónica, a través de un portal de los servicios públicos rusos, o incluso si la orden se entrega a un tercero.
Hasta entonces, las citaciones debían entregarse obligatoriamente en persona.
Muchos rusos movilizables escapaban hasta ahora a las convocatorias por ausentarse de sus direcciones oficiales.
Esto no debería ser posible en breve.
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La Duma (cámara baja) aprobó el texto en cuestión de horas el martes.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, defendió el miércoles la disposición de las autoridades al considerar que “estos documentos eran extremadamente importantes”.
Esta nueva ley provocó una gran conmoción entre una parte de la población.
Una vez en vigor el texto, todo ruso movilizado “será considerado como refractario”, un delito castigado con pena de prisión, si “se niega a recibir su citación o si no es localizable”.
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Después de negarse a preparar una movilización, Rusia llamó, después de una serie de reveses militares, a 300.000 reservistas para combatir en Ucrania.
Además, decenas de miles o incluso cientos de miles de rusos han huido del país por temor a tener que ir a combatir.