En su lucha frontal que mantiene el régimen de Ortega- Murillo contra la Iglesia católica, en prohibir en esta Semana Santa todas las tradiciones de piedad religiosa, se enlista la cancelación del viacrucis acuático en las isletas del gran lago Cocibolca, una tradición de más de 40 años iniciada por el padre Omar Cordero de la parroquia Guadalupe de Granada.
El viacrucis acuático a cargo de los fieles de la parroquia San Judas Tadeo de la comunidad del Astillero El Diamante, se viene realizando el día Lunes, Martes y Miércoles Santo, pero este año, se declararon tristes al conocer que todas las procesiones dentro de la Diócesis de Granada fueron canceladas.
“Que no podamos realizar nuestras tradiciones de Semana Santa no significa un arrebato a nuestra fe, porque nosotros como católicos nos congregaremos en nuestros templos, para vivir el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo”, relató un feligrés.
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Los botes que siguen la imagen de Jesús Nazareno tenían la tradición de partir un día como hoy del Astillero El Diamante y mañana, de Marina Cocibolca, donde decenas de fieles a bordo de sus embarcaciones rezan con fervor y devoción cada una de las 14 estaciones en las isletas.
Los lugareños y propietarios de las isletas adornan las cruces de cada una de las estaciones con flores, corozos y frutas de la época de verano y algunos acostumbran a repartir un brindis a los asistentes que avanzan en el agua al compás de filarmónicos que entonan música sacra, en un recorrido de más de dos horas por más de 60 islotes.
Cancelación afecta a lancheros
Los dos días de realización del viacrucis acuático durante la Semana Santa en el gran lago de Nicaragua significa un ingreso adicional a los tradicionales lancheros que se mantienen en Marina Cocibolca y el centro turístico, porque sus unidades de transporte con capacidad para 14 pasajeros, eran rentadas por fieles católicos, para participar de este acto de fe.
A esta tradición religiosa también asisten turistas que llegaban a contemplar un acto de fe único en el mundo, donde las aguas se convierten en el escenario, para recrear el calvario que vivió Cristo camino a su crucifixión.
“En las dos horas de recorrido del viacrucis acuático, nosotros llegábamos a cobrar hasta cien dólares por el alquiler de nuestras lanchas que prestan toda la seguridad y condiciones, pero hemos conocido que este año no habrá. Eso significa menos ingresos en este verano”, lamentó un lanchero bajo anonimato.
El viacrucis de la dictadura
El régimen Ortega-Murillo a través de la delegación del Instituto Nicaragüense de Turismo, Intur, de la ciudad colonial, realizará el viacrucis acuático en las isletas, sin la participación de un sacerdote de la Diócesis de Granada que rece y medite en cada una de las estaciones.
Para los fieles católicos, esta actividad del régimen se reducirá a un ambiente carnavalesco, porque pretenden reemplazar una tradición religiosa de más de 40 años. “Sin nuestra iglesia, sin fe, sin piedad, ni amor, eso es cualquier show, un carnaval”, dijo una promesante.
Por: Voces Unidas