La activista política Valeska Valle, de 27 años, denunció que tuvo que exiliarse, luego que la Policía, al servicio del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la amenazara y le advirtiera que tenía que salir de Nicaragua.
Según la integrante del Movimiento Universitario 19 de Abril, «el lunes, 27 de marzo, a las 5:15 de la tarde, la Policía Nacional irrumpió en el lugar donde yo me encontraba de manera clandestina desde hace algunos meses».
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«Llegaron a amenazarme y a decirme que debía de irme inmediatamente del país, callada y sin colocar nada en mis redes sociales, porque ellos conocían de mi liderazgo y de mi activismo —político—, y que tenían monitoreadas mis redes digitales. Además me aseguraron que a mí, a mi familia y seres queridos nos tienen vigilados», relató la opositora a través de su cuenta de Twitter.
Valle señaló que la acción por parte de la Policía orteguista «fue una clara señal de amenaza directa e intimidación que vulneraba mi integridad física, por lo cual decidí salir a como pude del lugar donde me encontraba, siendo perseguida en todo momento por la Policía».
Allanan casa sin orden judicial
Por otra parte, la activista política dijo que pese al asedio y persecución «descarada» por parte de los agentes policiales, llegó a la casa de su madre, donde no habitaba desde el 2018.
Denunció que antes de salir del país, la casa de su familia estuvo asediada en horas de la noche y la madrugada por la Policía del dictador Daniel Ortega.
Tras casi 24 horas de intimidación policial, Valeska Valle manifestó que en horas de la mañana del martes, 28 del mismo mes, decidió salir de la casa junto a su madre, «para ver las formas de cómo podía salir del país».
Sin embargo dijo que cuando estaba fuera de su casa fue informada que decenas de agentes policiales irrumpieron la vivienda de su familia. «Hicieron un operativo en la casa, con una vulgaridad de policías, patrullas y motorizados de civil, con claras órdenes de búsqueda y de captura en mi contra», denunció.
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«Destruyeron el portón de la casa y el interior de la misma; paralelamente nos encontrábamos siendo perseguidas brutalmente por motorizados cuando pensaba salir del país», refirió Valle.
Pese a que tanto Valle como su madre —de quien prefirió omitir su nombre— no se encontraban dentro del inmueble, los oficiales de la dictadura —según denuncia la ahora exiliada política— amenazaron a un trabajador de su familia. «Al trabajador, que no tiene ningún tipo de información sobre mi persona, fue amenazado, le revisaron y le formatearon su dispositivo celular».
Se exilia en Costa Rica
Luego del «violento» hostigamiento por parte del régimen de Ortega, la perseguida política informó que «con la ayuda de Dios y la Virgen santísima, finalmente me logré escapar de las garras de aquellos que querían hacerme daño», saliendo así de Nicaragua, por punto ciego hacia Costa Rica.
Entre lágrimas y suspiros, Valeska Valle indicó que «salí de mi Nicaragua, porque era imposible quedarme, portando solamente la bendición y la última mirada de mi madre, porque su amor y fortaleza sobrepasó cualquier límite para asegurarse que yo estuviera bien».
Tras su exilio forzado, la originaria de la ciudad de Masaya expresó temer por la seguridad de sus familiares que actualmente siguen siendo vigilados y hostigados por los uniformados policiales que aún sigue en la casa de su mamá.
«Yo no estoy en el país, salí a Costa Rica, dejen de buscarme porque no me van a encontrar», concluyó la exintegrante de la Alianza Cívica, que se suma a la lista de opositores, activistas políticos, periodistas, sacerdotes, exreos políticos, entre otros, que salen del país para poder proteger sus vidas ante el hostigamiento de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.