En una de las fotografías tomadas a monseñor Rolando Álvarez en la reciente vista familiar en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro de Tipitapa, se muestra el subprefecto del penal, Venancio Alaniz, señalado por exreos políticos como «el torturador de la dictadura de Daniel Ortega».
En las imágenes divulgadas en los medios de la propaganda gubernamental, el «verdugo» como es señalado Alaniz, no se le despegó en ningún momento al obispo de la Diócesis de Matagalpa.
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El exreo político Roger Alfredo Martínez, actualmente exiliado en Costa Rica, señaló al alto funcionario de «La Modelo» de llegar a las diferentes galerías del reclusorio donde estaban los presos políticos para amenazarlos y ordenar torturas.
«—Venancio Alaniz— era quien llegaba a nuestras galerías a decir que no temía agarrar un arma para balacearse con cualquiera (…) Dio órdenes de botarnos la comida, golpearnos y se menciona como quien ordenó disparar el día que asesinaron a Eddy Montes. Hoy tiene a Monseñor Álvarez bajo secuestro en la cárcel Modelo. Pagará sus delitos», denunció el también psicólogo clínico.

Martínez dijo a Artículo 66 que Alaniz era quien recibía a los presos políticos que eran llevados al penal de varones, «y era quien nos amenazaba de que si estábamos jodiendo nos quitaría la comida, el agua; y que ni se nos ocurriera hacer huelga de hambre porque nos quitaría las vistas familiares y nos mandaría a la 300», relató el exrehén político.
«Alaniz nos decía que tenía el poder de hacer lo quisiera con los presos políticos y que nadie podría ver por nosotros y que la única autoridad era él», agregó.
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Roger Martínez recordó que el verdugo y fiel adulador del dictador Daniel Ortega fue quien dio la orden que todos los reos políticos fueran golpeados el 24 de diciembre de 2018, cuando cantaban el Himno Nacional, «además llegaba a la celda para hablar maravillas de los dictadores de Nicaragua».
Para el opositor, el subprefecto, quien también es señalado de ser el responsable de las torturas en «La Modelo», es «un servil de la dictadura de Ortega y Murillo, y es alguien que simplemente ejecuta las órdenes sin ningún miramiento».
«Nada se hace sin las orden de Alaniz»
Por su parte, uno de los exreos políticos desterrados el nueve de febrero a Estados Unidos, dijo en condición de anonimato que Venancio Alaniz «es el verdugo no solo de los presos políticos sino también de los reos comunes».
«Él se ve muy poco en los pasillos de La Modelo o la 300, pero nada se hace sin la orden de Venancio Alaniz y él aparenta ayudar a los presos, pero por detrás manda a su subordinados a hacer lo contrario, lo raro es que lleva muchísimos años en el mismo puesto, ya que es el funcionario que más maltrata al reo ya sea político o común», detalló la fuente.

Refiere también que ese servidor público es quien ha ascendido con más rapidez en «La Modelo». «Venancio fue quien ordenó que al preso político Cristian —Meneses—, conocido como el “chino one” le quebraron un diente en una de esas palizas, a mí, el primer día que llegué a la 300 me desmayaron a golpes, con orden también de Roberto Guevara —jefe del penal—».
Monseñor Álvarez pudo haber sido amenazado por Alaniz
Según los conocimientos en psicología de Roger Martínez, el lenguaje no verbal de monseñor Álvarez indica que pudo haber sido amenazado y advertido con lo que iba a decir a sus familiares o los gestos que podía hacer.
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«Estoy seguro que hubo algún tipo de coacción y de amenazas de que si monseñor decía algo de lo que está experimentando en la cárcel, iba a tener consecuencia», refirió el experto.
Advirtió que se debe de recordar que el prelado viene de más de 40 días de no ver a sus familiares. «Debe ser alegre, pero al mismo tiempo doloroso por el tiempo que no pudo compartir con sus hermanos, y los presos lo más que anhelan es compartir con la familia».

«Hay que notar que Venancio Alaniz entró a la visita y salió con monseñor —Álvarez—» (…) y en los gestos del religioso indica que quisiera decir más, pero existe un poco de nervio y cuidado de lo que vaya a decir», indicó Martínez.
Otros opositores consultados indicaron que monseñor Álvarez puede estar siendo víctima de los altos mandos del reclusorio, pero aseguraron que cuando haya democracia en el país, los servidores del régimen de Nicaragua rendirán cuentas a la justicia.